En medio de las manifestaciones y los reclamos por mayor seguridad desatadas tras el crimen del kiosquero en Ramos Mejía, Aníbal Fernández, sostuvo que casos de inseguridad suceden "en todos los lugares del mundo" y aseguró que el Gobierno no tiene "ni mano dura ni mano blanda".
A partir de la masiva marcha en reclamo de Justicia y mayor rigurosidad en las fuerzas de seguridad realizada el lunes por los vecinos de Roberto Sabo (48), Fernández aseguró que el Gobierno no tiene "ni mano dura ni mano blanda" y sumó: "No le vamos a pegar a la gente ni tirarle escopetazos".
El lunes, tras horas de tensión durante la marcha, cerca de las 20.30 hubo incidentes. Un grupo de manifestantes arrojó botellas, palos y hasta petardos contra los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos. Hubo tironeos por una bandera y un policía fue retirado herido.
Los manifestantes tiraron un cerco al piso e intentaron avanzar. Los agentes formaron un cordón y quedaron cara a cara con los manifestantes. Hubo empujones y momentos de tensión. Los vecinos -muchos de ellos adultos mayores- comenzaron a forcejear para pasar del otro lado. "Nos tiraron gas pimienta", denunció una vecina ante las cámaras de TN, con la cara irritada.
“Nunca voy a estar del lado de la represión. Estuve 5 años en la fuerza y me fui sin un muerto”, completó.
Frente a ese reclamo de la ciudadanía, el ministro de Seguridad explicó que hay "6 mil efectivos en el Conurbano", y replicó con ironía: "Esto no es Carrefour que uno va a la góndola y agarra 200 gendarmes".
Fernández expuso que le encantaría hablar con la familia de Roberto y expresó: "Es un ser humano, duele, es tristísimo".
"Sergio Berni dijo que la inseguridad es una enfermedad endémica", citó uno de los cronistas y el ministro replicó: "Sucede en todos los lugares del mundo, si a eso se refiere, en algunos más y en otro menos. Cuando uno está revisando estas cosas, las estadísticas no son nada. No se pueden explicar muchas cosas, cuando estamos trabajando en algo tan delicado”, definió Fernández.
En tono electoral, y a menos de una semana de los comicios legislativos, remarcó que no es cierto que durante el gobierno de Alberto Fernández haya habido más presos liberados que durante la gestión de Mauricio Macri: “Es un verso que instalaron y muchos lo repiten. En 2018 y 2019 hubo más presos puestos en libertad que en 2020 y 2021”.
Y apuntó a Patricia Bullrich, quien dijo que el Gobierno se desentendió de la seguridad: "¿Qué se puede esperar? Es una señora que no tiene ninguna formación y que todo lo que hizo en el Ministerio es una catástrofe. Tenemos dos muertos que no pueden explicar, provocados por ellos: Maldonado y Rafael Nahuel”.
“Las fuerzas están. Ayer envié 500 efectivos más”, reforzó Fernández ante el cuestionamiento de los periodistas que trasladaron los reclamos repetidos en la masiva marcha del lunes en Ramos Mejía.
Y añadió: “No es un tema de la policía federal. Lo estamos haciendo con Gendarmería. La Matanza tiene un millón y medio de habitantes. Pretender estar uno en cada cuadra es impensado”.
Des la oposición, Horacio Rodríguez Larreta pidió "decisión política" y "un plan" para terminar con la inseguridad, en medio de la conmoción por el crimen del kiosquero en Ramos Mejía, que generó una protesta de vecinos y familiares, con reclamos al Gobierno.
El jefe de Gobierno porteño sostuvo que "se puede mejorar la seguridad" en la Provincia de Buenos Aires y lo contrastó con los índices en la Ciudad que, según aseguró, bajaron durante los últimos años.
"No hay una solución mágica. Nos llevó tiempo, un plan, vas sumando policías por año, mejoramos la capacitación. Pero se puede mejorar", remarcó en declaraciones a radio Metro.
Allí, Larreta también reconoció que aunque el abordaje de la inseguridad en Ciudad y provincia de Buenos Aires "no sea exactamente igual, el enfoque es el mismo".
"Un enfoque integral con mucho apoyo a la Policía, mucha tecnología, las cámaras se pueden poner en el conurbano. Tenés que tener un plan y la decisión política de ir al frente", enfatizó.