El asma afecta a más del 12% de los niños en Argentina y, entre un 5% y un 10% de ellos, presenta la variante grave de la enfermedad, que corresponde a los cuadros que no logran ser adecuadamente controlados con dosis elevadas de los tratamientos habituales (corticoides inhalados en dosis máximas, sumados a uno o más broncodilatadores de larga duración).
El asma grave representa mayor severidad de los síntomas, por lo que se asocia a peor calidad de vida, más ausentismo escolar, necesidad de mayor asistencia por parte de familiares o cuidadores, más visitas de urgencia a la guardia, más internaciones y un incremento sustancial de los costos asociados al cuidado de su salud.
"Los pacientes con asma grave requieren utilizar varios medicamentos para poder controlar sus síntomas y, aun así, en muchas ocasiones no lo logran. Son niños que se hospitalizan frecuentemente, deben ausentarse de la escuela en muchas ocasiones y experimentan una limitación para realizar ejercicios físicos", señaló el Dr. Alejandro Teper, médico neumonólogo, Jefe del Centro Respiratorio del Hospital de Niños "Ricardo Gutiérrez".
Para los pacientes con este grado de asma, existe una nueva opción terapéutica disponible en nuestro país, ya que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó el uso de dupilumab en niños de 6 a 11 años como tratamiento de mantenimiento complementario para el asma severa causada por el mecanismo denominado inflamación de tipo 2, que no se controla adecuadamente con dosis altas de corticoides inhalados, más otro medicamento para tratamiento de mantenimiento.
Este medicamento ya había demostrado beneficios en el tratamiento de adultos y de adolescentes entre 12 y 17 años con este tipo de asma, aprobación que obtuvo en 2021.
En el estudio clínico Liberty Asthma Voyage, el dupilumab, que es un anticuerpo monoclonal inyectable, demostró reducir hasta un 65% las exacerbaciones, que son episodios agudos, angustiantes e impredecibles de ataques de tos, falta de aire y sensación de opresión en el pecho, que pueden terminar en una internación.
"Menos exacerbaciones representan una vida más tranquila y sin sobresaltos por el asma, pero también se traduce en menos necesidad de recurrir al uso de corticoides sistémicos, que suelen administrarse ante las urgencias cuando se debe acudir a la guardia. Esto es relevante porque está demostrado que más de dos cursos anuales de corticoides aumentan la posibilidad de contraer o agravar enfermedades crónicas como diabetes, osteoporosis, hipertensión arterial u obesidad, entre otras. Por lo tanto, debemos procurar nuevas estrategias que ayuden a evitar su uso frecuente", explicó el Dr. Jorge Máspero, médico especialista en Alergia e Inmunología Clínica, Director Médico de Fundación CIDEA, quien participó como investigador por Argentina del citado estudio.
Entre otros resultados de la investigación, se destaca también que casi 8 de cada 10 niños que recibieron dupilumab no experimentaron exacerbaciones en todo el año que duró el estudio, contra 6 de 10 entre los participantes que recibieron la terapia estándar. Además, en ambas ramas del estudio, quienes recibieron esa medicación y en algún momento sufrieron exacerbaciones, habían logrado estar libres de ellas por más tiempo que el resto. Por otro lado, a las 12 semanas, los que recibieron el medicamento, además, habían mejorado la función pulmonar significativamente más que el resto.
Los niños con asma moderada a severa pueden tener reducida su función pulmonar, lo que atenta contra el crecimiento normal de sus pulmones y eso puede generar dificultades respiratorias irreversibles, aumentando además sus chances de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Sobre este punto, el Dr. Teper sostuvo que "no poder evitar este proceso crónico, conlleva a una limitación crónica del flujo aéreo. Dupilumab, a diferencia de los otros anticuerpos monoclonales, aumenta significativamente la función pulmonar. En el paciente se traduce en una mejor calidad de vida".
Fuente: NA