Científicos galeses advierten que el iceberg de 5.000 kilómetros cuadrados, considerado uno de los diez más grandes registrados hasta el momento, está próximo a desprenderse de la Antártida, lo que podría acelerar el movimiento de los glaciares hacia el mar y afectar el nivel de las aguas.
Tras analizar las imágenes obtenidas por el radar del satélite Esa Sentinel, los especialistas de la Universidad de Swansea, en Gales, pudieron observar un gran aumento en la grieta que se encuentra en el segmento Larsen C (uno de las tres que tiene la barrera de hielo Larsen).
Lo que más preocupa a los investigadores es que de desprenderse el inmenso témpano de hielo, es muy probable que los glaciales aceleren su movimiento hacia el mar, lo que tendría un impacto en el nivel de las aguas. De acuerdo con estimaciones de los expertos, si el hielo que la barrera Larsen C retiene entra en el mar, el nivel de las aguas globales puede aumentar unos diez centímetros.
Esta grieta es este sector aumentó muy rápidamente durante el pasado mes de diciembre y, según los datos obtenidos, sólo unos 20 kilómetros de hielo mantiene al témpano unido a la plataforma.
El iceberg, tiene un espesor de 350 metros y está localizado a lo largo de la costa oriental de la península antártica, debido a su gran tamaño ayuda a frenar el flujo de los glaciares -ríos de hielo- que tiene detrás.
Los expertos explicaron a la prensa local que el Larsen C tiene una extensión que equivale a una cuarta parte del territorio de Gales, por lo que su desprendimiento podría provocar otros en el futuro.
Asimismo, aseguran que este aumento en la grieta es un acontecimiento geográfico y no climático puesto que esta fisura hace décadas que esta presente, pero recién ahora se profundizó.