La mujer, que sufría estrés postraumático tras participar en una misión en Corea del Sur, tenía al animal como parte de la terapia para superar sus problemas mentales, según indicó la CBS News.

 

 

Marinna y su novio se fueron a un bosque en Fayetteville (Carolina del Norte), donde le dispararon en cinco ocasiones al perro. Tras ello, lo enterraron en una tumba.

 

Rollins, que había sido detenida y puesta en libertad bajo fianza de 25.000 dólares tras hacerse publicas las imágenes, fue encontrada muerta en su departamento. La policía investigada las causas del fallecimiento.