Reproches. La comisión Bicameral que investiga lo ocurrido con el submarino abrió ayer su audiencia semanal con reproches a Aguad.

 

Los tripulantes del submarino ARA San Juan, que se hundió el año pasado, habrían tenido una muerte inmediata, según un informe entregado ayer por una comisión de expertos. El submarino de la Armada Argentina, que perdió contacto el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo, habría tenido más de un incendio, según el documento entregado ayer al ministro de Defensa, Oscar Aguad.

El trabajo tomó casi 11 meses. Fue el 22 de diciembre que el gobierno ordenó la creación de una comisión investigadora para tratar de aclarar lo que sucedió en el submarino, que se hundió a 600 kilómetros de la costa en el mar argentino.

Ese documento fue entregado ayer a Aguad en la cartera de Defensa. De acuerdo con esta información, los contraalmirantes Adolfo Trama y Alejandro Kenny y el capitán de navío Jorge Bergallo, padre de Jorge Ignacio Bergallo, uno de los 44 tripulantes del ARA San Juan, fueron convocados cuatro días después de que la compañía Ocean Infinity lograra localizar el submarino a 907 metros de profundidad.

Los momentos finales del ARA San Juan fueron horas, en las que una serie de eventos llevaron a la implosión del submarino, según el documento. Para llegar a estas conclusiones, Trama, Kenny y Bergallo analizaron casos anteriores y bibliografía internacional. Además, se reunieron con otros expertos internacionales y mantuvieron contactos con la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares (CTBTO) que detectó la "anomalía hidroacústica" a las 10,51 horas del 15 de noviembre de 2017, casi dos horas después del último contacto de ARA San Juan.

Lo que se estima que sucedió comenzó con un incendio en el tanque de la batería ubicado en la proa. El incidente fue causado por la entrada de agua a través del tubo respirador, según informó el capitán la noche anterior al hundimiento.

La tormenta de la noche del 14 de noviembre fue desde el sudoeste, lo que significa que el submarino en la superficie debió navegar hacia el noreste para que las olas vinieran de popa y afecten menos la navegación.

El incendio obligó a ARA San Juan a salir a la superficie, por la noche y en medio de una tormenta. Eliminar el humo y el hidrógeno podría haber tomado horas, en la oscuridad y con un clima hostil. Según el informe, cuando fue posible controlar (aunque sea parcialmente) la situación, se decidió bucear 40 metros con la intención de navegar a Mar del Plata y continuar trabajando en las reparaciones. A esa profundidad el movimiento de las olas se reduce radicalmente.

En el borrador, los expertos explicaron que, en este punto, la tripulación acumuló desgaste "físico y psicológico". A partir de ahí el fuego se habría reavivado o se habría desencadenado uno nuevo. Nuevamente en la oscuridad y ahora con la tripulación cansada, una nueva explosión podría haber generado falta de control. Ante esta situación, se perdió o se vio afectado el "sistema de gobierno" de la embarcación, que se fue a pica hasta el fondo. La muerte de la tripulación habría sido inmediata. De esta manera se explica que no hayan pedido ayuda. La explosión que se detectó en realidad fue una implosión por el abollamiento del casco por la presión del agua al superar los 720 metros de profundidad, según publicó el diario La Nación.

 

¿Y Macri?
 

La jueza que investiga lo ocurrido al submarino de la Armada Argentina ARA San Juan, hallado partido en varias partes en el Atlántico tras un año desaparecido, consideró que es "muy remoto" que el presidente Mauricio Macri, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, pueda ser acusado de lo ocurrido.