El tema resulta una innovación en cuanto a la evaluación de las arcillas locales para su uso como nanocompuestos. Puntualmente la investigación se centra en cuáles son los mejores recursos de la provincia para su transformación a nanoarcillas, una nueva generación de arcillas procesadas que se pueden modificar químicamente para poder hacerlas compatibles con polímeros. Un salto cualitativo que puede ubicar a San Juan en este mercado, desde un valor agregado que puede generar un espacio en el mundo de los nanocompuestos poliméricos.
Con año y medio de desarrollo, el proyecto lo lidera Agustín Arroqui, doctor en Ciencias Geológicas y profesor de Geología y Petrología de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ, ámbito en el que se realizan los aspectos analíticos y ensayos físicos de la investigación a través de su Instituto de Investigaciones Mineras –IIM- (ver Apoyo y…).
Los nanocompuestos son combinaciones de minerales y polímeros en donde un cierto tipo de minerales como la arcilla, tienen la capacidad de exfoliarse en capas con grosores en el orden de un nanómetro, es decir, de una millonésima de milímetro. A rasgos generales esta particularidad es la que permite que la arcilla pueda ser sometida a un proceso tecnológico molecular a través del cual se pueden “traspasar” sus cualidades al polímero o plástico. Se trata de atributos como resistencia al calor, elasticidad, viscosidad, apariencia y propiedades de barrera mejoradas.
“La arcilla es un mineral hidrofílico o sea compatible con el agua, que tras la transformación físico química pasa a organofílico es decir compatible con líquidos orgánicos y de esta manera los atributos de la arcilla se pueden traspasar al plástico”, explicó Arroqui.
En la investigación de Arroqui ya se han caracterizado arcillas de las zonas de Calingasta e Iglesia desde el punto de vista de la sedimentología y mineralogía. Actualmente se encuentran en la instancia de laboratorio para el análisis de las muestras y el eventual potencial del mineral para su mezcla con polímeros. “El objetivo es testear su comportamiento y desde estos análisis evaluar su aplicación a polímeros u otros materiales, es una aplicación que nunca fue evaluada en donde el producto final obtenido tiene un valor agregado mayor”, puntualizó Arroqui quien agregó: “Desde aquí queremos ver cuánto se puede mejorar un polímero y en qué características con la aplicación de nano arcillas locales”. Según Arroqui, se estima que el informe preliminar pueda estar culminado en junio de este año.
A modo de ejemplo y de acuerdo a la fuente, la nano arcilla mezclada con polímeros es muy demandada en la fabricación de tableros para vehículos de alta resistencia. Las aplicaciones de las nano arcillas como nano compuestos son muy variables y por tanto los estudios desarrollados en el mundo. En España, por ejemplo, la Universidad de Alicante realizó un estudio del uso de nano arcillas en colorantes naturales y sintéticos, para evaluar su durabilidad y reforzamiento del color. Los estudios determinaron que los colorantes pueden ser reforzados con nano arcillas y así dar mayor resistencia al desgaste gracias a la estructura cristalina de la arcilla.
>> Apoyo y proyección
La investigación “Aplicación en Nanotecnología de Minerales de Arcilla de la Provincia de San Juan” liderada por Agustín Arroqui, obtuvo el apoyo del Gobierno de San Juan a través
de una línea de financiamiento destinada a proyectos de consultores o micro empresas que buscaran desarrollar nuevas tecnologías o proyectos aplicados a la minería. Desde el lado privado el proyecto también consta con el aval de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación local, razón por la que consta con la consultoría de la Dra. Dolly Granados, también docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería. Con Granados y en paralelo, también estudian la eficiencia de compuestos químicos alternativos utilizados en la conversión de la nanoarcilla.