Se terminó la ilusión. Pese al esfuerzo y a sobreponerse a momentos duros, Argentina quedó afuera del Mundial U19 masculino de vóleibol. Perdió anoche 3-2 en un Aldo Cantoni repleto ante Corea del Sur, por los octavos de final, y ahora deberá desde hoy buscar la mejor posición entre el 9º y 16º puesto del torneo. Los parciales 17-25, 25-21, 25-20, 17-25 y 15-9 para los asiáticos fueron la imagen de una despedida triste para la albiceleste, que contó como siempre con dos sanjuaninos como: Mateo Gómez y Juan Sánchez.
Argentina tuvo un comienzo mejor aún de lo soñado. Es que se hizo fuerte en los fundamentos y entonces le fue sacando diferencia en el marcador a la visita. Con Fausto Díaz encendido hizo estragos en la defensa rival y así pudo escaparse en el score, para luego quedarse con el set inicial por 25-21.
Aunque todo empezó a cambiar ya en el segundo set. Corea ajustó en la recepción y a partir de ahí fue capaz de prevalecer en el juego. Argentina, en tanto, falló demasiado en ataque y así la confianza se fue dinamitando del lado local. Gyeong Yun fue vital con sus ataques para que los asiáticos consigan igualar el resultado con el 25-21.
En el Aldo Cantoni, a partir de las 21 horas, Argentina jugará hoy ante Japón por la Zona de Reubicación que define del 9º al 16º puesto.
Similar resultó el parcial siguiente, el tercero, ya que la albiceleste no supo encontrarle la vuelta al ataque rival y encima, se complicó mucho con la recepción. Mateo Gómez trató de guiar a la selección en el ataque, pero dio la impresión que todo ese esfuerzo resultaría infructuoso, tal cual terminó sucediendo con el 25-20.
Con la soga en el cuello, la albiceleste intentó permanecer con vida en el cuarto set. El entrenador, Marcos Blanco, realizó cambios y eso tuvo su buen resultado en el trámite de partido. De hecho, se puso arriba en el marcador parcial apenas pasados los 10 puntos y no miró más hacía atrás. Apoyado nuevamente en la efectividad de Díaz pudo empardar la historia con el 25-17.
Contra todo los pronósticos, el quinto set estuvo muy lejos de ser parejo. Corea largó de manera excelente y Argentina todo lo contrario. Así se entiende como promediando el set decisivo ya perdía 7-1. Una diferencia que nunca pudo cambiar el local y todo se cerró 15-9.