El consumo de papa alcanzó en el 2020 los 52 kilos por habitante al año y superó al de la carne vacuna.

Tanto como producto fresco como procesado, saltó casi un 20% en cuatro años. Cultivada en varias zonas del país, se cosecharon 2,85 millones de toneladas, de las cuales, más de la mitad, se produjeron en el SE bonaerense. Durante el 2020, año signado por el inicio de la pandemia de coronavirus, se produjeron en el país 2.844.000 toneladas de papa. De ese total, 1.909.000 llegaron al mercado como producto fresco, mientras que 663.500 toneladas se procesaron como bastón prefrito congelado, 181.500 toneladas como chips y a 90.000 toneladas se le dio otro uso. De las casi 2,85 millones de toneladas, 2.297.500 toneladas tuvieron como destino el mercado interno, de las cuales 1.794.500 toneladas fueron como producto fresco y 503.000 toneladas de papas industrializadas. Si se toma en cuenta el consumo de cada uno, en 2020 se consumieron 40,8 kilos por habitante al año de papa sin procesar, mientras que las que sí tuvieron un tratamiento, el consumo fue de 11,4 kilos por habitante. Con la aparición de la industria y su tecnología más el mejoramiento de la semilla, repercutió en el rendimiento también.