Según datos aportados por el Grupo de Empresas Exploradoras de la República Argentina (Gemera), una persona utiliza en promedio unas 873 toneladas de minerales a lo largo de su vida. La enorme cifra toma como referencia los elementos que emplea un ser humano diariamente, durante 365 días, a lo largo de 70 años de vida en un país industrializado.

 

La pirámide de consumo muestra que los minerales más utilizados son los áridos, con 560 toneladas, los cuales se abocan principalmente a la construcción de edificios y rutas. Para graficar la magnitud basta con destacar que la cantidad de áridos que utiliza un individuo durante toda su vida podría ser cargado en 2 camiones y medio de los denominados fuera de ruta, utilizados en la gran minería.

 

En el segundo escalafón se encuentran los hidrocarburos. Vale resaltar que el ser  humano vive en un sistema que generalmente se mueve gracias al combustible fósil, el cual se extrae a través de la actividad minera. Durante toda su vida, una persona genera un consumo promedio de 270 toneladas de hidrocarburos (combustibles, energía y plásticos).

 

Las matemáticas indican que si una tonelada de petróleo equivale a 7,33 barriles, las 270 toneladas se traducirían en la utilización de 1.979 barriles de crudo a lo largo de la vida de una sola persona.

 

Por su parte, la pirámide también indica que otro de los minerales más utilizados es la sal común, con 12,79 toneladas. “Si sacamos el cálculo podemos observar que serían aproximadamente 5 gramos de sal por día por persona en 365 días a lo largo de 70 años. Pero vale aclarar que el número aumenta por el consumo de alimentos industrializados y también por el uso de la misma en mantenimiento de caminos de ciudades muy frías, o como conservante natural”, explicó Mario Hernández, presidente de Gemera.

 

Hernández agregó que “hoy todos los proyectos mineros deben tener una gran labor social y de contacto con las comunidades. Los que se oponen a esta actividad están tratando de frenar no sólo la minería en acción sino a la etapa de exploración, que es lo que da vida a esta industria. Es nuestra labor informar, comunicarnos y explicar la necesidad de estos minerales en el consumo humano diario”.

 

Más arriba en la escala mineral se encuentra el consumo de cobre, el cual asciende a 680 kilos durante el promedio de vida. Este imprescindible mineral se utiliza principalmente para la fabricación  de cables y componentes electrónicos aplicados a la electricidad y el desarrollo tecnológico de celulares, tablets y computadoras. Basta con pensar el número de celulares que utiliza una persona durante toda su existencia, teniendo en cuenta que el cobre representa el 15% del material utilizado en cada uno.

 

En la cúspide de la pirámide se encuentran los minerales menos consumidos por el hombre (en promedio) los cuales recaen en los reconocidos metales preciosos como oro, plata y platino, principalmente utilizados para  la tecnología en general y para la fabricación de catalizadores.

 

“Por todo lo informado anteriormente es que resulta fundamental incentivar permanentemente la exploración minera, porque es la cuna, la base para todo el desarrollo de elementos fundamentales para el hombre”, explicó Hernández.

 

A modo de conclusión, se puede afirmar que resulta prácticamente imposible determinar la cantidad exacta de minerales que una persona utiliza durante toda su vida. El repaso realizado se basa simplemente en aquellos más destacados. Y aunque no estén a simple vista cotidianamente en cada auto, cepillo de dientes, celular, medicamento o computadora que se utilice, los minerales siempre están.

 

 

 

Mario Hernández – Presidente de Gemera

 

“La minería es y será la fuente para una mejor calidad de vida”

 

“Podemos concluir que, si bien con el tiempo han aparecido reemplazos, los mismo se dan entre metales y que la minería será la fuente de las materias primas para tener cada vez más calidad de vida y mayor confort. Por lo tanto, cada vez es más necesario plantear a la producción minera como una extensa cadena de valor armonizada con la sociedad y el ambiente. La pirámide varía considerablemente dependiendo del nivel o estándar de vida y nivel de industrialización. Los factores que determinan la evolución del consumo de recursos minerales son verdaderamente muy complejos y cambiantes en el transcurso del tiempo. Así como antiguamente se usaba el tungsteno o wolframio para la fabricación de filamentos para lámparas de iluminación eléctrica, hoy el consumo de lámparas de gas de mercurio o lámparas leds disminuyen el consumo de electricidad. Y esto se contrapone con la mayor amplitud de las áreas iluminadas, mayormente por razones de seguridad. Las necesidades a satisfacer son la raíz del abastecimiento, las vajillas de plata eran corrientes por razones sanitarias. Hoy tal vez parezca un lujo, sin embargo el uso de oro, plata, antimonio y tierras raras en la tecnología nos pone en un consumo per cápita mayor a las 10 onzas a lo largo de la vida de cada persona. Esta misma observación puede hacerse para el uso del cobre, donde el mayor desarrollo de la tecnología en teléfonos móviles ha reducido las extensiones de cableados. Sin embargo, a la vez ha aumentado el consumo per cápita por tecnología donde el cobre es un insumo crítico, lo mismo que nuevas redes para distribución de internet y a la vez, la mayor disponibilidad de electrodomésticos que también necesitan de mayor capacidad eléctrica”.