Ariel Suárez, el remero que se declaró en rebeldía y volvió a entrenar al río Luján en Tigre pese a las restricciones por la cuarentena, dijo que "se sentía frustrado al ver que se habilitaron los entrenamientos de fútbol".
Por eso, y luego de 145 días, de parate, regresó al agua, pese a que eso le valió una notificación de la Prefectura.
"Tengo una mezcla de sensaciones porque al comienzo fue muy tensa la cosa porque había dos helicópteros viendo de dónde iba a salir yo. Tuve nervios pero se me pasó todo cuando apoyé el bote en el agua y empecé a remar. Sentí placer absoluto al hacer algo que hago hace 20 años y disfruto mucho. Fue una sensación de libertad total", expresó Suárez al contar cómo vivió el momento en que volvió a entrenar.
Al relatar qué siente cada vez que entrena, detalló: "Me desconecto del mundo, de los problemas, absolutamente de todo lo mal que la estamos pasando. Estuve 145 días sin entrenar y era como una mochila que iba cargando día tras día, y esa hora que pude remar pude descargar todo, es decir, tensiones, bronca e incertidumbre. Por eso exploté en llanto"
Consultado sobre si considera que lo que hizo es un acto de rebeldía, Suárez señaló: "Soy una persona que está cansada de esta desigualdad deportiva. Solo están habilitados a entrenar los deportistas clasificados y los que van a clasificar en los Juegos Olímpicos, y ellos son lo mejor que tenemos en nuestro país, nuestro orgullo".
Por eso, cuando Ariel se enteró de que iban a habilitar los entrenamientos de fútbol, en ese momento algo le pasó: "Ahí dije ‘¿por qué ellos sí y yo no?’. Esa desigualdad me detonó e hice lo que hice, porque yo no estoy habilitado. Me sentí frustrado porque en el fútbol son muchas más personas y tenés contacto con otros, ¿en remo a quién puedo contagiar?", se preguntó.
Sin embargo, tras el entrenamiento tuvo problemas: "Cuando estaba regresando apareció una moto de Prefectura y me pidió un permiso, como yo no tenía, me dijeron que me tenían que llevar a la costa y me labraron un acta. Me atendieron muy bien ellos porque me conocen, y los entiendo porque ellos hacen su trabajo".
"Me iba a sentir mal conmigo mismo si permitía esta injusticia que siento. No solo por mí sino por muchos deportistas y gente que la está pasando mal. El deporte es salud, y un poco de salud a la gente en este momento no le vendría nada mal", agregó.
Más allá de que continúa sin habilitación, el remero adelantó que volverá al río: "Estoy decidido, no me sentiría bien conmigo mismo al permitir esta desigualdad que existe deportivamente. Voy a seguir intentando".
"Me siento apoyado por el pueblo argentino porque me dan fuerzas. Sé que hay mucha gente como yo, cansada y sin esperanza y que va a terminar explotando porque no se ve algo parejo para todos", concluyó.
Carrera
Suárez fue campeón Panamericano en 2011 y 2019, subcampeón mundial en 2011 y finalista en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 donde consiguió un diploma olímpico por su cuarto puesto.
(Fuente: Solo una vuelta más)