El popping contagió a todos en la sala de la colección del Museo de Bellas Artes. Algunos se animaron a seguir los movimientos con la música electrónica.

 

La motivación fue por la presentación oficial de una credencial de acceso a beneficios y servicios pensada para estudiantes de artes visuales. Como forma de celebrarlo, el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, los invitó a exponer sus producciones en las diferentes cátedras y por si fuera poco, tener un importante evento multidisciplinario para compartirlo con el público. Así fue que nació la propuesta ‘La Noche de los estudiantes de artes visuales’ y entre luces, degustaciones, música e intervenciones perfomáticas, la gala de anoche resultó muy concurrida. Todas las instalaciones del museo tuvieron momentos de acción, expresión y movimiento. Por ejemplo, en la sala de la colección principal, un grupo de jóvenes realizaron interacciones con las obras expuestas, en especial, un homenaje póstumo, mediante el popping y otros pasos de hip hop, a uno de los cuadros de Mario Pérez, ‘Carrera de gallos’, el óleo pintado por el sanjuanino en 1993. 

 

El mural colectivo en el hall de entrada, llamó a todos los visitantes a participar.

 

En el jardín, se presentaron las bandas Kraken y Faroleros del Quinto Asteroide, que llevaron su rock fusión a un volumen bien alto, para el gusto de aquellos que disfrutaban cerveza artesanal. Mientras que otros espectadores probaban vinos y productos regionales, en el subsuelo había una galería con dibujos, esculturas, pinturas y grabados de los estudiantes. En otro sector, se realizaban proyecciones de cortometrajes, realizados por alumnos de primero y cuarto año, con temáticas y estéticas muy variadas. En el hall de entrada, había un gran mural colectivo en el que los propios asistentes al evento podían participar de manera libre y abierta para dejar colores y líneas en el panel. Al cierre de esta edición, faltaban las presentaciones de la Orquesta Escuela, el grupo folklórico Ráices de Tradición y La Murga Los Fanáticos del Ritmo, en la explanada del museo.

 

En el subsuelo del museo, se pudo apreciar los trabajos de los estudiantes de artes visuales, con unos resultados sorprendentes. (FOTOS: MARCOS URISA)