Una multitud de argentinos celebrará la canonización de Artémides Zatti, que será santo a partir de la madrugada de mañana, luego de la ceremonia prevista en la Plaza San Pedro del Vaticano, en Roma.

En la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, donde ‘el enfermero de los pobres’ descubrió su vocación, se realizarán actividades al igual que en otras ciudades.

Zatti se convertirá en el tercer santo argentino y el primero no religioso, ya que sólo perteneció a la comunidad salesiana (llegó a ser salesiano coadjutor). Se desempeñaba como enfermero en Viedma (Río Negro) y Carmen de Patagones (Buenos Aires) a principios del siglo pasado. El primer santo argentino fue Héctor Baldiviezo y el segundo José Gabriel Brochero.

El llamado ‘enfermero de los pobres’ iba con su bicicleta a los lugares más alejados de Viedma y Carmen de Patagones, donde iba a curar a los enfermos casa por casa.

Don Zatti murió el 15 de marzo de 1951, tras varios días de agonía. Había dedicado sus últimos 50 años a los enfermos de la capital rionegrina, Viedma, que eligió para vivir y morir, para cumplir la promesa de dedicar su vida a Dios si lograba curarse de la tuberculosis.

Zatti nació el 12 de octubre de 1880 en la localidad italiana de Boretto. No tardó en experimentar la dureza del sacrificio, tanto que a los nueve años ya se ganaba el jornal como peón. Obligada por la pobreza, la familia Zatti, a principios del 1897, emigró a Argentina y se estableció en Bahía Blanca.

El joven Artémides comenzó enseguida a frecuentar una parroquia dirigida por salesianos, encontrando en el párroco Carlos Cavalli su director espiritual. Fue este quien lo orientó hacia la vida salesiana, y tenía 20 años cuando entró en el aspirantado de Bernal.

Asistiendo a un joven sacerdote enfermo de tuberculosis, Zatti contrajo esta enfermedad. La paternal solicitud de Cavalli hizo que le buscaran la casa salesiana de Viedma, de clima más propicio, y donde había un hospital misionero con un estupendo enfermero salesiano que hacía prácticamente de ‘médico’, el padre Evasio Garrone.

En Río Negro. En Viedma, la ceremonia se podrá seguir en directo mañana a través de una pantalla gigante desde el salón del Instituto Don Bosco, a metros de la Iglesia que resguarda la urna con los restos de Artémides Zatti.

 

Este invitó a Artémides a rezar a María Auxiliadora para obtener la curación, sugiriéndole hiciera esta promesa: ‘Si Ella te cura, tú te dedicarás toda la vida a estos enfermos’. Artémides hizo tal promesa; y se curó misteriosamente, por lo que luego renunció al sacerdocio y se consagró totalmente al hospital, donde en un primer momento se ocupó de la farmacia, pero cuando en 1913 murió el Padre Garrone, asumió toda la responsabilidad del hospital.

Fue vicedirector, administrador, enfermero apreciado por todos los enfermos y por todo el personal sanitario. Su servicio no se limitaba al hospital sino que se extendía a toda la ciudad, y hasta a las dos localidades situadas en las orillas del río Negro: Viedma y Patagones.

En 1950, el infatigable enfermero cayó de una escalera y fue en esa ocasión cuando se manifestaron los síntomas de un cáncer que él mismo diagnosticó.

El 14 de abril de 2002 el papa Juan Pablo II lo declaró beato. El milagro que le permitió ser beato fue la curación de un joven seminarista argentino llamado Carlos Bosio, que enfrentaba un estado peligroso agravado por gangrena, anergia y septicemia.

El supuesto segundo milagro que el Vaticano ha aceptado para su subida a los altares es la "curación inexplicable" en 2016 de un hombre en Filipinas que sufrió un ictus isquémico y que derivó en otras complicaciones.

En Viedma, la ceremonia se podrá seguir en directo a partir de las 5 de mañana a través de una pantalla gigante desde el salón del Instituto Don Bosco, ubicado a metros de la Iglesia del mismo nombre y que resguarda la urna con los restos de Artémides Zatti. También habrá actos en Colonia Vignaud, en la provincia de Córdoba.