Espontaneidad, gracia y simpatía son algunas cualidades que mantienen con frescura los integrantes más jóvenes de la troupe del Circo Montreal. Ellos son Ezequiel Díaz que con sus 11 años de edad domina el monociclo con maestría a casi 5 metros de altura; Isabela Díaz (con 8 años) es una audaz en el contorsionismo; Azael Díaz, especialista del Icario y todo un caballero en la cama elástica; y por último, Simón que con 4 años, se lleva todos los aplausos, al interpretar el payaso Alegrete. Los hermanos, más Ezequiel que es el tío, representan la camada nueva que tendrá el circo en los próximos años y guardan en común, la pertenencia de su tierra y del arte que practican. Nacidos en San Juan y criados en el seno del clan Díaz, fundadora del Circo Montreal. El mayor de los cinco, realiza su número con mucha soltura y ya cuenta con experiencia en el manejo escénico. Él sueña en grande. Anhela con dar el mejor espectáculo con cada función: ‘El circo me ha dado muchas satisfacciones. En todos los lugares por donde anduve, no mucha gente puede tener esta oportunidad. Cada show, me vienen muchos nervios encima, pero cuando entro y hago mi rutina suelto todo. Más que nada trato que la gente se divierta, si todo está en silencio, me ocupo de agitar bastante para tener los aplausos. Necesito sentir que se divierten conmigo’, expresó el joven príncipe del monociclo.

La princesita, Isabella Díaz, tomó las riendas del contorsionismo, el baile, la cama elástica y ya quiere dominar el hula hula. Su participación central del show es cuando se transforma en la Mujer Serpiente. Aunque al principio muestra timidez para conversar, de a poco entra en confianza y tiene mucho para decir: ‘No me canso nunca de entrenar y me divierto mucho bailando. Mis compañeros de la escuela me preguntan cómo hago las acrobacias y me quieren copiar, pero no les sale’, contó con sonrisa de picardía y afirmó que todavía no le piden autógrafos. Además, por más difícil que sea el ejercicio: ‘no me da miedo y si no me sale, trato que salga y le pido ayuda a mi abuelo’. Por su parte, Azael, es introvertido también, pero se muestra seguro en sus poses. ‘Me gusta hacer las acrobacias en el suelo, prefiero no manejar aparatos. El Icario es mi favorito, voy parado de manos y termino después cayendo de parado. Me divierte mucho’, contó el más futbolero de todos y muy hincha de Boca, por cierto. En cuanto a Simón, que es más callado, pero cuando habla, provoca mucha ternura a su corta edad: ‘me encanta hacer de payaso y jugar con la pelota gigante. La broma que más divierte es hacer que caigo en el suelo duro’, dijo el chiquitín y que por lo cuentan sus hermanos, es el más molesto de todos: ‘a veces nos peleamos, nos llevamos bien y mal, a veces nos hacemos bromas pesadas, pero después hacemos las paces, y después nos abuenamos’, se reía con picardía. Son las figuras más mimadas y cuidadas del set. El circo para ellos es como una escuela itinerante. Tienen sus horarios de ensayo, de descanso, de recreación y de estudio. ‘La vida aquí es muy normal para mí. Todos los días me levanto a hacer mis ejercicios, desayunamos, arreglamos los trajes. Me motiva mucho hacer las acrobacias. Si son más arriesgadas, mejor’, agregó Ezequiel, que en el arte de volar o hacer equilibrio de riesgo le fascina. Dicha experiencia, les transmite a sus sobrinos más chicos que van conformando el semillero. ‘Todavía no puedo enseñarles muchas cosas, pero los cuido para que no se lastimen y vayan haciendo los trucos de a poco, no deben apurarse si alguno no sale’, contó con tono de humildad. Además, la alimentación, el estado físico y el descanso son primordiales para tener el mejor rendimiento: ‘hay que hacer buena gimnasia y ponerse en forma, porque si no, estamos expuestos a tener lesiones’. Los peques disfrutan de las giras, por más largas que resulten, conocen otros pueblos y ciudades. Se mezclan con el público, reciben saludos y comparten fotos. Se ganan el cariño de los espectadores. Desde la cuna se entrenan y preparan para que en el futuro se conviertan en grandes artistas de circo.

DATO

  • Circo Montreal. En Espacio Shopping San Juan. Funciones lunes a viernes a las 17 y a las 19. Sábados y domingos tres funciones a las 17, 19 y 21. Entradas desde $150. Por cada compra en el shopping, se adquiere una entrada individual para cualquiera de las funciones.

 

Azael es rápido de reflejos en la cama elástica.

 

 

Ezequiel con 11 años de edad, es una de las figuras centrales del show. En el monociclo es todo un campeón.

 

Los más mimados de la troupe. Simón, Isabella, Ezequiel, Azael y Dahila, es la quinta generación de artistas del Circo Montreal.

 

FOTOS MARCOS URISA