Investigadores de los Laboratorios Federales Suizos de Ciencia y Tecnología de Materiales (EMPA) desarrollaron una nueva tecnología que se dedica a almacenar el calor del verano para utilizarlo, a modo de calefacción, en invierno. El sistema captura el calor solar en forma de energía química y luego lo libera para su uso en los meses más fríos.
Al almacenar energía químicamente, la tecnología tiene una vida útil más larga que otros sistemas tradicionales. A su vez, debido a que el sistema se basa en elementos y equipos comunes, el costo para implementarlo es relativamente bajo.
Benjamin Fumey, responsable del proyecto, señaló que este nuevo método "permitirá 100% de calefacción solar para los edificios que almacenen el calor del verano para la demanda del invierno". A su vez, remarcó: "Podría marcar un paso crucial hacia el aumento del uso de energía renovable en el hogar".
Cómo funciona químicamente
El sistema transforma el calor en un líquido compuesto de agua e hidróxido de sodio sólido (NaOH) diluido al 50%. "Si se vierte agua en un contenedor que contenga NaOH, la mezcla se calienta, es decir que la solución descarga energía química en forma de calor", explicaron los responsables del sistema.
El NaOH, por su capacidad de atraer moléculas del aire, es capaz de absorber vapor de agua, lo cual contribuye a aumentar su temperatura aún más. "Si la solución diluida en agua se alimenta con energía proveniente de paneles solares, por ejemplo, la humedad se evapora rápidamente, aumentando la concentración de calor. Esta mezcla concentrada puede ser conservada durante muchos años", señalaron.