La molió a golpes y la ejecutó de un tiro en la cabeza, para luego escapar y tras confesarle el crimen a su padrastro, el hombre lo convenció para que se entregue y quedó detenido. El nuevo femicidio se registró en un pueblo chubutense llamado Paso de los Indios y tuvo como víctima a una joven, de 27 años, a la que hallaron muerta en su domicilio, casi al mismo tiempo que su pareja, de 21, quedaba apresada y a disposición de las autoridades judiciales.
El ataque se habría registrado cerca de la medianoche del pasado lunes en una vivienda de la calle Cañadón Bagual del barrio La Unión, en esta pequeña localidad de la meseta de Chubuty a 340 kilómetros al oeste de Trelew, cuando Luis Currumil concretó la mortal agresión contra su concubina, identificada como Mónica Andrea Tacumán, al que le aplicó varias trompadas y patadas, para luego dispararle en la cabeza.
Según los datos preliminares de la investigación, a cargo del fiscal general Fabián Moyano, el femicida huyó de la escena del crimen y al pasar por la casa de su familia, con la supuesta pretensión de conseguir recursos económicos para fugar, su padrastro lo acompañó a la seccional policial de Paso de los Indios para que se entregara de manera voluntaria, ya que, por entonces, se había convertido en el principal sospechoso del hecho.
Entonces, personal de la Unidad Regional de la Policía chubutense se presentó en la vivienda de Mónica Tacumán, a la que encontraron ya sin vida, ayer a las 3 de la madrugada. El comisario Ariel González precisó que la joven “tenía varios golpes y un impacto de bala detrás de la oreja derecha, disparado presumiblemente con un arma de aire comprimido que fue encontrada en el lugar”.
“Tras el femidicio, Currumil se dirigió a la casa de su padrastro, ubicada a sólo media cuadra, y confesó que había matado a la joven. Ambos fueron a la policía, dieron aviso y se intervino en el domicilio por orden judicial’, se indicó, agregando que luego de las pericias y la obtención de otras pruebas, el fiscal general Moyano dispondría el traslado del autor del homicidio de Tacumán para ser sometido a la audiencia de imputación.
La joven trabajaba como empleada de maestranza en el Juzgado de Paz de Paso de los Indios, llevaba un par de años en pareja con su asesino y no tenían hijos, manifestaron los vecinos aún conmocionados por lo sucedido y quienes dijeron desconocer sí existían antecedentes de violencia de género en esa pareja, aunque refirieron de gritos previos al fatal desenlace, “donde después de disfigurarle el rostro a golpes, le pegó un tiro en la cabeza para matarla”.