Teniendo en cuenta el extenso territorio nacional y la precariedad del sistema vial troncal, no caben dudas acerca de las bondades del transporte ferroviario de cargas que se recupera lentamente marcando récords de tonelaje transportado gracias a los valores de los fletes, imposibles de competir con el camión.
El último informe de Trenes Argentinos de Carga (TAC) señala un crecimiento del 30% en agosto pasado con respecto a igual mes de 2020, pero si se lo compara con 2019, ante la paralización por la cuarentena, la diferencia es del 44%, acumulando en estos 8 meses un 59% en esos períodos de referencia, con 5.230.619 toneladas. Los números suman las cargas de los convoyes operados por las líneas oficiales y de las empresas concesionarias.
En este contexto los trenes de carga ponen en valor las economías regionales, para las que esta logística es fundamental para llegar a los centros de consumo de manera competitiva. Es así que las cargas originadas en Cuyo y en el Norte se duplicaron, destacándose los productos de consumo con un 117%, comparado a 2019, y en este último caso transportando desde Buenos Aires bebidas y retornando desde Tucumán con azúcar.
También se reactivó la zona de actividad logística de Villa Mercedes, San Luis, después de ocho años de abandono, con una proyección de 60 vagones mensuales con destino a Buenos Aires. Por su parte la línea Belgrano Cargas sigue creciendo por la habilitación de ocho desvíos en la traza cerealera por Salta. Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe, dentro del plan de renovación de vías, que supera ya los 700 kilómetros.
Lo trascendente en esta evolución es que los trenes no sólo aumentaron la cantidad transportada sino también la variedad de productos con origen y destino, caso de los traslados de la agroindustria, de alimentos procesados, y los materiales de construcción, alcanzando los mayores centros de consumo del país.
La reactivación de las líneas ferroviarias de carga sigue un lento proceso con resultados a la vista, pero falta mucho para llegar a las metas que realmente acompañen al desarrollo argentino. Por ejemplo en San Juan seguimos esperando la reconstrucción del ramal a Jáchal de unos 160 kilómetros, fundamental para el transporte minero, para citar un olvido que el Belgrano Cargas debió priorizar por su importancia estratégica.
También TAC debería ejecutar las nuevas trazas necesarias para acompañar el crecimiento económico de nuestra provincia, donde los trenes desaparecieron prácticamente hace más de tres décadas.
