Ante la atónita mirada de Occidente, que parece permanecer indiferente ante este hecho de graves consecuencias mundial, el grupo de mercenarios rusos Wagner avanza en sus planes de dominar África y establecer una "confederación” de estados antioccidentales en este continente. Documentos de inteligencia norteamericana filtrados recientemente señalan que el grupo Wagner liderado por Yevgeniy Prigozhin está utilizando su fuerza paramilitar, sus métodos de violencia extrema y sus mecanismos de desinformación para fogonear la inestabilidad regional y apuntalar a los aliados africanos de Moscú. De la misma forma que orientarlos a conformar una alianza que esté en contra de todo lo que represente Occidente de manera de conformar otro frente regional que hasta hace poco no era tenido en cuenta.

La expansión de la influencia de Rusia en África debería causar alarma entre los mandos militares y los servicios de inteligencia de Estados Unidos, y de todo el mundo occidental ya que de concretarse los planes pergueñados por el Kremlin a través del Grupo Wagner se estaría dando lugar a un nuevo orden mundial en el que Rusia anexaría uno de los continentes más ricos en recursos naturales, en explotaciones mineras de oro y diamantes.

El jefe y dueño del Grupo Wagner, Prigozhin es un exconvicto que se convirtió en oligarca y aliado cercano de Putin. Su acción consiste en ofrecer seguridad, asistencia militar, asesoramiento político y técnicas de manipulación política a los líderes africanos que enfrentan rebeliones o inestabilidad, a cambio de contratos de extracción de recursos naturales. Con este accionar los miembros de la tenebrosa agrupación han establecido estratégicos puntos de apoyo en al menos ocho países africanos de las 13 naciones en las que están operando, en forma similar a como actúan en Ucrania.

El hecho de haber centrado la mayor ofensiva en la República Centroafricana es porque en este país los Wagner pueden actuar con total impunidad trasladándose en vehículos sin identificación, con pasamontañas que les cubren el rostro y portando rifles automáticos. Los grandes intereses mineros y madereros que ahora controla Wagner son razón suficiente para explicar por qué Rusia ha elegido este país como centro de operaciones.

En EEUU sus máximas autoridades, como el secretario de Estado, Antony Blinken, conocen bien lo que está ocurriendo en Africa al admitir que el Grupo Wagner amenazan la estabilidad, socavan la buena gobernanza, despojan a los países de sus riquezas minerales y violan los derechos humanos. Factores suficientes para tratar de evitar este nuevo foco de violencia que se está generando y que son producto de regiones o países mal gobernadas y sin asistencia internacional que las ayude a salir de sus crisis de una manera inteligente sin caer en los totalitarismos que los condenan a la pobreza y la dominación interesada.