Después de una dieta larga y agotadora en la que se consigue el objetivo de alcanzar el peso perfecto, resulta realmente frustrante no conseguir mantener ese peso o mucho peor, acabar sufriendo del llamado efecto rebote, en el que no solo se recupera el peso perdido sino que además su suelen ganar kilos extra. ¿Cómo podemos entonces lograr nuestro objetivo?
A continuación, una serie de tips y consejos para conseguir mantener un peso saludable después de hacer dieta:
– Alejate de la dieta lentamente. Es razonable aumentar gradualmente la ingesta de calorías, pero los expertos generalmente sugieren agregar solo 200 calorías por semana hasta que el peso se estabilice. De este modo, logramos evitar el efecto rebote y más si la dieta que hemos seguido ha sido larga y estricta.
– Trabaja hacia una nueva meta. Ahora que ha superado uno de los desafíos más difíciles, debes mantener alerta al establecer una nueva meta. No tiene por qué estar relacionada con la pérdida de peso. Alcanzar metas tanto a corto como a largo plazo te ayudará a mantener alto tu nivel de confianza y con ello lograrás ser consciente de que eres más que capaz de mantenerte en un peso saludable.
– Aprende a vivir sanamente. Toma clases de cocina saludable, asiste a seminarios de salud o también, apúntate a clases de fitness. Rodéate de recordatorios de lo que realmente significa vivir una vida saludable y también porqué no, cambia tu mentalidad para apartarte de todas esas actividades y actitudes que te hacen por ejemplo llevar una vida sedentaria o recurrir a alimentos que no son aconsejables.
– Practica cualquier deporte. De 30 a 60 minutos de ejercicio moderado todos los días mantendrá el cuerpo en forma y además te permitirá quemar esas calorías extra que nos sobra. Por otro lado, el ejercicio ayudará también a tu bienestar mental.
– Pésate. Mantén una báscula en el baño y úsala una vez a la semana. Los estudios demuestran que controlar el peso de forma regular es una excelente manera de no aumentar de peso.
– Acude al nutricionista periódicamente. Incluso podría ser una vez cada seis meses. Lo necesitarás para controlar tu peso, pero también para comprender si estás haciendo algo mal o si has retomado hábitos poco saludables.