Histórico. Una multitud de personas con colores celestes manifestaron su rechazo al aborto en la puerta del Congreso, mientras se realizaba el histórico debate.

 

Mientras el Senado debatía el histórico proyecto que contempla la legalización del aborto, miles de personas se congregaron en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos para expresar su rechazo en la ciudad de Buenos Aires al escrito que ya tiene media sanción de Diputados. Entre la iconografía preferida hubo pañuelos celestes, imágenes religiosas y banderas argentinas.

Bajo el lema "Salvemos las 2 vidas", los manifestantes, que llegaron desde distintos puntos del país, comenzaron a posicionarse a las 10 de la mañana sobre el ala sur de la plaza, en contraposición a quienes apoyan el proyecto de ley, que se ubicaron en la intersección de Rivadavia y Callao. En el medio, un amplio vallado de seguridad que cortaba el parque en dos, impedía que ambas marchas se crucen.

Los autodenominados "Provida" montaron gazebos, carpas y diversas estructuras pequeñas donde se guarecieron durante las fuertes lluvias que azotaron la ciudad al caer la noche. La concentración estuvo signada por el color celeste, elegido para confrontar con el verde del movimiento feminista. Además, entre los estandartes estuvo "Alma", el muñeco gigante que representa a un bebé recién nacido.

La zona que va de 9 de Julio a Callao y de Corrientes a Avenida de Mayo era ocupada por miles de mujeres que se manifestaban a favor de la interrupción voluntaria del embarazo con cánticos, esperanzas y futuro, más allá de lo que decidieran finalmente los senadores.

"Hay un machista en la Casa Rosada que quiere a las mujeres todas calladas. (Mauricio) Macri legaliza el aborto", cantaban chicas de entre quince y veinte años. Otras de la misma edad, o menos, gritaban en la esquina de Sarmiento y Rodríguez Peña, bajo una llovizna que parecía una maldición celestial: "Aborto legal ".

Desde el escenario instalado en 9 de Julio y Avenida de Mayo, un grupo bailantero de Tucumán, integrado por mujeres, enviaba su mensaje de diversidad y alegría. En carpas, una larga fila de jóvenes esperaba para comprar más pañuelos verdes y pintarse las caras y cuerpos con glitter y aerosol.

 

Pañuelos. En Buenos Aires, argentinos en favor de la legalización del aborto repartían los emblemáticos pañuelos verdes que identifican a ese sector de la población.

 

 

Defensa de la vida en la Catedral

 

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, defendió ayer "la vida" en una misa en la Catedral de la

capital argentina celebrada al mismo tiempo que el Senado debatía un proyecto de ley para legalizar el aborto.

En "la circunstancia que atraviesa la patria", el Primado de Argentina pidió "salir al encuentro del Dios de la vida" a los cientos de feligreses que asistieron a la homilía, frente a los que lamentó que los únicos que no pudieron hacerse escuchar en el debate sobre la interrupción del embarazo fueron "los seres humanos que luchan por nacer y entrar en el banquete de la vida".

Durante el acto, Poli también reivindicó que "el cuidado de la vida es el primer derecho humano" y es también un "deber" del Estado.

La Iglesia católica argentina ha sido muy activa en contra de la legalización del aborto desde que el presidente del país, Mauricio Macri, habilitó el debate al dejar libertad de acción a los parlamentarios del frente gobernante Cambiemos, sobre un proyecto que fue impulsado por años sin éxito por fuerzas de izquierda y grupos feministas.

"El cuidado de la vida es el primer derecho humano. En estas horas los senadores debaten sobre la interrupción voluntaria del embarazo, lo cual supone la despenalización del aborto. Es un eufemismo "interrumpir". Se quiere legitimar por primera vez que un ser humano pueda eliminar a su semejante. Legalizando la muerte provocada de modo directo a una persona inocente. Sin juicio ni proceso", dijo.