El 21 de abril el cielo de la Reserva Privada Barreal Blanco brillará más que nunca. Es que por primera vez allí se celebrará la Noche Mundial Starlight, encuentro que se realiza en todos los lugares certificados por la Fundación Internacional encargada de acreditar que un destino turístico goza de excelentes cualidades para la contemplación de los cielos estrellados y protegidos de contaminación luminosa. Un verdadero acontecimiento que comenzará a las 19 con una reunión de meditación y yoga de la mano de Cecilia Salinas Menegazzo, un show de astroturismo único en el país a cargo de Ezequiel Brahim (ver nota aparte), una degustación regional de productos de la zona y un taller de fotografía nocturna dictado por José Valverde y Gabriel Sánchez.

Esta reserva privada que comprende 5.905 hectáreas de campo está ubicada al lado del Parque Nacional El Leoncito y su principal objetivo es la valoración y preservación ambiental, geográfica, histórica y cultural de la zona. Prácticamente este evento será una especie de presentación en sociedad tras muchos meses de trabajo para poner en valor cada lugar de este extenso parque.

Allí se encuentran los Domos del Silencio -uno de ellos se verá totalmente terminado- mientras que otros esperan los detalles finales para que los turistas puedan disfrutarlos. A la par avanzan los senderos informativos didácticos, el vivero de plantas nativas, y un observatorio astronómico para que todos los que lleguen hasta allí puedan mirar detalles del cielo estrellado. Esto sin contar el recorrido por el Camino del Inca que pasa por esta zona.

"La Reserva ya alcanzó un punto de crecimiento que nos permite empezar a realizar actividades y abrir el espacio a los prestadores locales. A partir de eso decidimos plegarnos a la celebración de la Noche Mundial Starlight que se hace en todas los lugares que tienen esta certificación de la Fundación Starlight y será la primera en San Juan. Esa día coincide con la firma de la primera Conferencia Internacional en Defensa del Cielo y el derecho a ver las Estrellas realizada en la isla La Palma en el año 2007", cuenta Sebastián Marasco, responsable de la reserva.

Para gozar de esta certificación que fue entregada el año pasado, el Barreal Blanco debió pasar por distintas evaluaciones realizadas por la entidad mencionada con sede en Islas Canarias. Incluso hay una ley que protege al cielo en un radio de 15 kilómetros desde el observatorio ubicado en El Leoncito, como así también otras reglamentaciones provinciales y departamentales tendientes a su preservación.

"Será una gran oportunidad para que se visualice el avance logrado. Uno de los domos ya está con la cubierta colocada y creemos que podrá ser visitado o realizar alguna de las actividades programadas. Todo dependerá de las condiciones del tiempo esa noche. Hemos elegido la Pampa porque es un lugar privilegiado para poder vivir una experiencia distinta, pero queremos también hacer algo en el domo", cuenta Marasco.

El espacio privado

Barreal Blanco fue adquirido por la familia Marasco en la década del 70, cuyos miembros siempre tuvieron la decisión de tratarla como "zona protegida", debido al valor natural y cultural que tiene. Recién hace un par de años firmaron una serie de convenios con la Secretaría de Ambiente y fue reconocida como área natural protegida mediante un decreto provincial firmado por el gobernador Sergio Uñac.

Eso les permitió empezar a trabajar con la normativa que corresponde a este tipo de sitios ya que no sólo cuenta con un cielo "limpísimo" si no también con una zona de vegetación muy antigua, plagada de retamales -flor provincial-, reconocida en el ordenamiento territorial de Bosques Nativos. Es uno de los más densos y antiguos de la provincia.

Desde entonces se está avanzando en un registro de especies de flora y fauna que será presentado en breve.

Y si de atractivos se trata, no se puede dejar de mencionar otro de gran valor cultural e histórico: Una porción del Qhapaq Ñan, la antigua red vial conocida como "Camino del Inca", que ha sido declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, se encuentra en la reserva.

Para cumplir con todos los requisitos, los propietarios del terreno tomaron contacto con expertos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano ya que son quienes corroboran y coordinan este sendero a nivel interprovincial e internacional para interactuar con quienes también tienen parte de este patrimonio.

Por supuesto que éste será un hito especial para quienes lo visiten en un par de meses cuando esté todo terminado para recibir turistas de todo el mundo.

Del mismo modo, se han recuperado ejemplares del tendido del telégrafo que comunicaba Calingasta con San Juan. Se trata de unos 20 postes en óptimas condiciones de preservación con el hilo original que lo convierte en un recurso material y cultural único.

Para llegar a estos puntos de referencia se están demarcando los senderos con diferentes niveles de exigencia para el trekking. De ese modo y de una manera sencilla se llegará a cada sitio histórico.

 

Domos del Silencio

En total se han colocado las estructuras de tres domos, pero a la fecha hay sólo uno terminado, más el refugio de la reserva donde vive el personal que allí trabaja que es una construcción de adobe. La premisa es respetar el entorno y proveer a todas las construcciones de servicios "limpios", como energía solar.

"Muchas cosas se están construyendo de adobe para revalorizar este material de construcción. Todo estará en sintonía con los cuidados que exige el lugar y los convenios firmados porque estamos comprometidos a cumplir con la preservación de la zona y su cielo para las generaciones actuales y futuras", acota Marasco.

Los domos provistos de un recubrimiento transparente dejan ver el cielo recortado por la Cordillera de los Andes, un espectáculo único gracias al brillo de las estrellas que mágicamente parecen convertir la noche en día.

Estas estructuras están colocadas con una diferencia de 200 metros entre sí para que la experiencia sea personal, silenciosa y respetuosa del entorno.

En unos 60 días esta parte de alojamiento estará lista, aunque habrá prioridad para quienes trabajaron en el lugar y para científicos que quieran seguir realizando estudios científicos.

La celebración paso a paso

A partir de las 19 las actividades para celebrar la Noche Mundial Starlight en la Reserva Barreal Blanco comenzarán a sucederse y disfrutarse. Todas serán abiertas al público en forma libre y gratuita.

Entre los detalles a tener en cuenta es que en ningún caso hace falta tener una preparación o conocimiento previo para sumarse ni siquiera para la clase de yoga, que es con lo que comienza la noche.

Como en todo festejo no faltarán las degustaciones (gratuitas) de productos y vinos elaborados en la zona para lo cual estarán presentes: Conservas y Dulces Juan y Florinda; Quesos Ylla -variedades de quesos y dulce de leche artesanales elaborados en Barreal- y vinos Lapalka; Bodega boutique La Fortuna con su vino tinto El Cruce Malbec-Cabernet Franc, y sus blancos y rosados marca Zinnias, de Mariana Roldán. También participará Gin Perséfone y vermut artesanal Aquelarre; Juan Pablo Ripalta con sus vino Roble Negro Malbec y Elena de las Tapias -Blanco de Bonarda-; Aceite de Oliva Virgen Extra 6 Marías; Los Juanes productos orgánicos; Embarrarte, piezas de cerámica artesanales y miel -todo de Barreal. En tanto que José Valverde exhibirá cuadros impresos de sus fotografías nocturnas y estarán disponibles para su compra.

Para los más golosos habrá una propuesta gastronómica a cargo de la proveeduría del Parque Nacional El Leoncito, aunque en este caso, lógicamente, tendrá un costo determinado.

A las 21 comenzará el show de Astroturismo (ver aparte) que tendrá una duración aproximada de 60 minutos.

El taller de fotografía está previsto a partir de las 23. Podrán asistir profesionales y personas en general interesadas en conocer los secretos para obtener las mejores tomas nocturnas.

 

El show del universo
 
Ezequiel Brahim es periodista, deportista y creador de una nueva forma de contar la vida en el universo. Así creó una serie de shows en los que cuenta, por ejemplo, ¿cómo nacen las estrellas? ¿Cómo se desarrollan? ¿Cuándo se apagan? Todo musicalizado con temas de Queen. Al menos esta es la propuesta de su tercera temporada por distintas municipios y distritos argentinos que lo convocan para que chicos y grandes tomen contacto con el cielo. Esta vez llegará a Barreal para participar de la Noche Stralight.

"Estoy muy contento de ir a San Juan porque no conozco a pesar de haber viajado bastante por el país gracias al periodismo, además lo hago para llevar el espectáculo al Barreal Blanco. Será algo parecido a lo que estoy haciendo esta temporada que se llama la Vida de las Estrellas porque cuento en tres actos cómo nacen y se desarrollan atravesados por la música de Queen", dice Brahim desde Buenos Aires.

En menos de 3 años superó las 100 presentaciones a las que asistieron más de 11 mil personas de distintos puntos del país. Todo un éxito.

La idea es que los asistentes vuelvan a tener el interés de la niñez por el espacio exterior, se reencuentren con el asombro y la admiración por esa vida repleta de secretos. 

Brahim empezó con la divulgación de la astronomía sólo con un micrófono, un parlante y un laser para marcar el cielo, nada más. Eso ocurrió en pandemia y cuando él sólo conocía poco más que la existencia de las Tres Marías. "En ese momento y con conocimientos previos de física y química, empecé a estudiar, a leer, me apasioné con el tema y encontré la clave para llegar a la gente. Me di cuenta que uno siempre piensa que para acercarse a este mundo hay que tener un telescopio y no sabe cómo usarlo, entonces decidí contar como hice yo para aprender a leer el cielo a simple vista, que se pueden descubrir cinco planetas sin usar nada, 88 constelaciones para dibujar y casi 30 estrellas más brillantes que las Tres Marias", cuenta Ezequiel.

Así fue inventando algo que no había en ningún lado producto de la prueba y error. Nada más y nada menos que un espectáculo con mucho contenido y música – en este caso de Queen.

"Creo que más allá de los datos astronómicos que le puedo dejar a la gente que son todas cosas conocidas, lo mejor que les puedo transmitir en una hora que dura el espectáculo son las emociones, con partes creativas, otras para reflexionar y otras para asombrarse", relata Ezequiel, quien también es autor del libro "12 historias nocturnas" en las que cuenta más detalles de esta actividad apasionante.

Web:ezequielbrahim.com/astroturismo

Conservación de flora y fauna

La reserva Barreal Blanco abarca casi 6.000 hectáreas del piedemonte occidental de la Sierra del Tontal, que es hogar de comunidades adaptadas a las duras condiciones desérticas del Monte.

Un relevamiento realizado por los guardaparques destaca entre su flora matorrales puros de Jarilla (Larrea cuneifolia) y Retamo (Bulnesia retama), esta última la flor provincial. Entre la fauna encontraron mamíferos como el Guanaco (Lama guanicoe), aves como el Choique (Rhea pennata), el Aguilucho Ñanco (Geranoaetus polyosoma), reptiles como la Lagartija de Uspallata (Liolaemus uspallatensis) y la Yarará Ñata (Bothrops ammodytoides), entre muchos otros animales.

Certificación de cielo limpio

La Fundación Starlight con sede en las Islas Canarias ha creado un sistema de certificación, mediante el cual se acreditan aquellos espacios que poseen una excelente calidad de cielo y que representan un ejemplo de protección y conservación.

Son escenarios que incorporan la observación del firmamento como parte de su patrimonio natural, paisajístico, cultural o científico y fomentan a su vez el "Turismo de Estrellas" o "Astroturismo".

Este reconocimiento permite aunar ciencia y turismo. Para ello aprovecha la astronomía y la visión del firmamento como herramienta para una nueva forma de turismo sostenible. Se basa en los principios recogidos en la "Declaración sobre la Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas" -Declaración de La Palma, 2007. Precisamente para obtener esta certificación se precisa la adhesión a esa Declaración.

 

Por Myriam Pérez
Fotos: Gentileza Sebastián Marasco