En los últimos años, nuestra provincia ha logrado concitar en los primeros meses del año una serie de actividades culturales y deportivas de gran aceptación por parte del público local y de quienes se encuentran visitando la provincia. Tenemos festivales departamentales; peñas folclóricas y conciertos de rock, en la mayoría de los campings municipales; cursos de arte y literarios; muestras y exposiciones en museos y salones culturales, o la actividad cultural propia de los lugares históricos con que cuenta San Juan. A esto hay que sumarle eventos deportivos de jerarquía como las carreras ciclísticas Giro del Sol y la Vuelta a San Juan, esta última de carácter internacional; el paso del Rally Dakar; el Mundialito del Club Trinidad, entre otras competencias a nivel departamental, provincial y nacional, inclusive las que se han comenzado a realizar en los espejos de agua de los diques, otro ámbito para la práctica de disciplinas no tradicionales. Tampoco nos podemos olvidar de los espectáculos que ofrecen algunas confiterías, restaurantes o pubs, y los ciclos de cine o teatro amateur. Los balnearios y piletas públicas también deben ser muy especialmente tenidos en cuenta, al igual que las ferias regionales y artesanías que funcionan en los departamentos alejados.

Como se ve, la oferta es variada y apta para todas las edades y gustos, y progresivamente ha ido constituyendo una buena base para una propuesta orientada a que la gente tenga atracciones en una época en la que tradicionalmente San Juan no tenía mucho que ofrecer.

Lo interesante sería que de ahora en adelante toda esa actividad dispersa fuera capitalizada por una sola organización a nivel provincial, a los efectos de poder ofrecerla a la gente de otras provincias o de otros países dentro de una propuesta general. Es decir, una agenda completa y no eventos aislados que muchas veces no son los suficientemente convocantes de públicos que se encuentran a grandes distancias de nuestra provincia.

La idea es ir sentando las bases de una agenda turística para el verano sanjuanino, que incluya una serie de actividades cuidadosamente programadas, para poder ser lo suficientemente atractivas a un público difícil que, generalmente, no elige San Juan como primer destino turístico.

Lo importante de desarrollar el turismo de verano, es que se deja abiertas las puertas para la temporada más fuerte de otoño-invierno. Hay toda una industria turística que necesita estar activa todo el año y no sólo tres o cuatro meses, y eso es algo que Turismo debe entender para ponerse al frente de inquietudes como la planteada.