Intervino personal de la Comisaría 34ta
 

Quienes estuvieron en el lugar afirman que la fiesta, presuntamente clandestina, era un total descontrol. Que los vecinos se hartaron de los gritos, disturbios y música alta por lo que decidieron llamar a la policía. Pero la presencia de la autoridad alteró más los ánimos y todo terminó en una batalla campal.

 

Esta escena ocurrió esta madrugada, sobre las 5, en la la Casa 7 Mza A del barrio Bernardino Rivadavia, en la localidad de La Bebida, departamento Rivadavia.  

 

Según fuentes policiales, en ese domicilio se desarrollaba una fiesta con un fin comercial a la que habían acudido unas 100 personas. Desde temprano, los vecinos debieron soportar lo que desde esa casa salía: ruidos, gritos, gente alcoholizada, peleas en la puerta, etc.

 

Cuando llegó personal de la Comisaría 34ta, los propietarios negaron que se trate de una celebración clandestina y argumentaron un "evento familiar". Al no querer frenar la fiesta, los ánimos se caldearon y empezaron los disturbios.

 

Golpes de puño entre la policía y algunas personas, piedras a los efectivos y al móvil, tiros al aire para intentar persuadir a los revoltosos. Este escenario obligó a los pesquisas a buscar apoyo.

 

El saldo de tamaña riña fue importante: el agente Leandro Marinero resultó con golpes y un corte en la frente; su compañero y también agente Adrián Mazza le pegaron con un palo y hasta lo mordieron. En tanto que la luneta trasera de un patrullero (una Ford Ranger) quedó destruida. También hubo gente herida entre los asistentes a la fiesta, pero no dieron precisiones de cuántas y con que tipo de lesiones resultaron.

 

Además, tres personas fueron detenidas y quedaron a disposición del 2° Juzgado Correccional.