El desarrollo de huertas familiares está cada vez más extendido en las costumbres familiares argentinas.

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Cultivar tus propios alimentos tiene múltiples beneficios para usted, su familia y el medio ambiente. Cada vez son más personas las que se interesan en esta actividad.
Es por ello que la Federación de Cooperativas Agropecuarias de San Juan, dedicada a la multiplicación y comercialización de semillas, está preparando una interesante capacitación sobre "La Huerta en Casa", donde se profundizarán aspectos vinculados a la planificación, técnicas de cultivos, cuidado y mantenimiento de especies hortícolas y aromáticas.

Patios, Jardines, terrazas o balcones en la ciudad permiten crear la propia huerta y en la nota anterior vimos algunos de los beneficios de esta labor, los cuales profundizamos hoy: 

1.    Alimentación Saludable: sabemos lo que vamos a comer, ya que se aconseja un manejo amigable con el medio ambiente y la salud, es decir sin el uso de pesticidas.

2.    Ahorro de dinero: un estudio de INTA informa que una familia tipo, que realiza una huerta en ambas temporadas (otoño-invierno/ primavera-verano), es decir sostenida en el tiempo, puede ahorrar en promedio $3.200 por mes. 

3.    Alivio del estrés: vivimos en una sociedad estresada, para aliviar este síndrome qué mejor que estar en contacto directo con la naturaleza. Es una opción más de ocio para mantenerse distraído/a, sentirse productivo/a y desconectarnos del celular o televisión, evita el sedentarismo, ayuda a la concentración, estimula la creatividad y lo más importante se crea un espacio para compartir en familia y favorecer el diálogo.

4.    Cuidado del medio ambiente: cualquier cultivo aumenta el espacio verde en las ciudades, ayuda a oxigenar el aire, reducir los ruidos y contrarrestar la contaminación.

Por otro lado, como sucede con los cultivos agroecológicos, se evita el uso (o bien el abuso) de sustancias tóxicas como pesticidas o herbicidas, que generalmente se utilizan en los cultivos masivos, provocando graves efectos para la salud.

Además, podemos crear huertos verticales o macetas con materiales reciclables, utilizar los desechos orgánicos para formar un compost que sirva como fertilizante, etc.

5.    Colaboras a crear comunidad: si no consumes todo lo que cosechas puedes intercambiar con otros que también lo hagan. Además, contagias a otros, incluso al interior de tu misma familia o grupo de amigos sobre buenos hábitos e incitas a otros a tomar conciencia de la alimentación que llevamos. Tal vez hasta puedas generar que en algún espacio común de tu vecindad decidan armar una huerta comunitaria y así autoabastecerse de alimentos.

Además, los huertos urbanos construyen soberanía alimentaria, fortalecen las relaciones humanas y generan sentido de comunidad.

 

Las prácticas familiares facilitan ahorros de $3.200 mensuales promedio según informes del INTA.

Los niños en la huerta

La huerta es una herramienta educacional. Ellos descubrirán que es una actividad divertida, llena de novedades ya que les encanta jugar en la tierra, aprenderán de dónde proceden los alimentos, desarrollarán el entusiasmo, tendrán una cuota de responsabilidad a modo de juego.

Además, los niños que participan en la actividad incorporan más fácilmente los vegetales a su dieta. Todo esto hará que conozcan más la naturaleza, se preocupen por cuidarla y conservarla empezando por el entorno más cercano y directo.

 

El curso

El costo de la charla taller es de $200 e incluye el kit de semillas de la Feco, colección otoño invierno, con unas 14 especies diferentes de cultivos. Además se espera la presencia de Sonia del Vivero Sonyando de Buenos Aires. Cupos limitados.

Los cursos son para 20 personas, por lo que se pide inscribirse con anticipación considerando la posibilidad de repetir el mismo en días subsiguientes. Cel: 2644409572. E-mail: karinato rrente60@gmail.com