Boca Juniors empató 1-1 con el Corinthians de Brasil, por la fecha 5 del Grupo E de la Copa Libertadores. El partido, que contó con el arbitraje del uruguayo Christian Ferreyra, se disputó en la Bombonera. Eduardo Santos Queiroz puso en ventaja al Timao a los 16 minutos y Darío Benedetto, en el día de su cumpleaños, niveló a los 42′ de la misma etapa. El equipo de Sebastián Battaglia jugó un gran partido, sobre todo en el segundo tiempo cuando dominó por completo a su rival, que sufrió la expulsión de Castillo a los 24′.
El Xeneize apostó a hacerse dueño del desarrollo intentando amigarse con el balón ya desde la salida del fondo, con la proyección de los laterales, el manejo de Varela-Pol Fernández y Romero, y el tridente de ataque con dos wines. No obstante, a los 15 minutos, tras un córner, Du Queiroz sacó un remate bajo y suave, pero que salió esquinado y superó la estirada de Rossi: 1-0 y sorpresa de la visita.
Lo mejor del elenco auriazul se dio cuando logró cortar en campo rival y ser más directo, o cuando algún volante retrocedió para hallar espacio para pensar y acertó en el rol de lanzador. Contó con oportunidades claras para marcar. Y llegó a los 42. Zambrano ganó de alto en un balón suelto luego de un mal rechazo y terminó poniendo a Benedetto de cara a la portería. Y el Pipa, con una resolución cruzada, no perdonó: 1-1.
En la segunda mitad se vio un Boca mucho más agresivo para recuperar la pelota, ejerciendo una presión alta y con sus líneas unos metros más adelante. Al minuto 68 del complemento y cuando los locales dominaban las acciones, Víctor Cantillo se fue expulsado en Corinthians cuando agredió a Pol Fernández en medio de una gresca y los de azul y oro quedaron con superioridad numérica. También, en ese momento, se fue expulsado el DT del conjunto paulista, Vitor Pereira.
Tras quedar con uno más dentro del verde césped, los de Battaglia hostigaron a los visitantes, pusieron a su arquero a trabajar en reiteradas oportunidades, pero la eficacia no tocó la puerta en el complemento para los de la Ribera, que se tuvieron que conformar con quedarse con tan sólo un punto en su casa.
Ahora su suerte dependerá de la última fecha, cuando reciba el jueves de la semana que viene a Deportivo Cali. Dependerá de sí mismo aunque la exigencia será sí o sí un triunfo.