Boca se clasificó a las semifinales de la Copa de la Superliga al vencer anoche por tiros penales a Vélez por 5 a 4 luego de empatar ayer como en la ida 0 a 0, al cabo de un encuentro que, como en el que se jugó en Liniers, el arquero "xeneize" Esteban Andrada terminó convirtiéndose en figura por la superioridad de su rival.
Ahora Boca jugará con Argentinos en una de las semifinales, mientras que la otra la protagonizarán Atlético Tucumán y Tigre.
El partido se inició con superioridad boquense, ya que se lanzó en pos del gol desde el pitazo inicial del cuestionado árbitro Fernando Espinoza (sobre todo por la gente de Vélez), buscando quebrar el cero con el que había finalizado el "primer tiempo" de 90 minutos en Liniers.
Claro que a ese dominio boquense le faltó la pausa que solamente en el plantel es capaz de otorgarle el lesionado Emanuel Reynoso, y por consecuencia todo lo de los dirigidos por Gustavo Alvaro fue tan intenso como farragoso.
Por eso el ímpetu "xeneize" se fue apagando en la medida que los chicos de Vélez se fueron sacando de encima otra presión, la del marco, y empezaron a jugar como tan bien les propone su director técnico, Gabriel Heinze.
Pero en la segunda mitad el partido tuvo un desarrollo diferente, ya que los jóvenes velezanos se despojaron totalmente de sus ataduras iniciales, hasta convertir nuevamente al arquero Esteban Andrada en figura, tal como había sucedido en los últimos minutos del cotejo de ida en el José Amalfitani.
Tanta era la superioridad que marcaba Vélez con su fútbol en el tramo decisivo del encuentro de la mano de Almada que por impotencia Carlos Izquierdoz le cometió una violenta falta en el borde externo del área que derivó en una merecida tarjeta roja directa.
Y si 11 contra 11 Vélez era más, ni que hablar en esos 10 minutos finales con superioridad numérica, cuando decididamente el visitante hizo los méritos como para llevarse la victoria.
Pero falló Vélez en la puntada final y también Braian Cufré en los tiros penales, algo que no sucedió con los rematadores boquenses, incluyendo a Zárate, que innecesariamente celebró el suyo, tercero de la serie, como provocando a sus rivales, con los que había tenido duros cruces durante el partido y a su término, especialmente con Leandro Fernández.
Alfaro se tomó revancha de una definición por penales anterior por Copa Argentina en la que Heinze le había ganado cuando él dirigía a Huracán, luego de un empate 1 a 1 en la cancha de Argentinos, justamente el equipo al que Boca deberá enfrentar el próximo domingo a las 18.45 en el encuentro de ida de las semifinales en La Paternal.
Como pasó en esta llave, la definición se dará en la Bombonera donde este equipo de Alfaro comienza a sentirse más que cómodo y "acostumbrándose" a ganar, aunque sea mediante los penales.
Desahogo
El delantero de Boca, Mauro Zárate, vivió una serie especial ante su ex club y destacó que "siento que pasó el equipo que debía pasar: pasó el equipo grande. Lo importante es que seguimos avanzando y buscando mejorar siempre con Boca".
- Apoyo
Después del maltrato que recibió Mauro Zárate en el estadio Amalfitani, la Bombonera le dio un mimo: los hinchas de Boca lo ovacionaron cuando pisó el campo de juego.
"Olé olé olé olé, Maurooo, Maurooo", cantaron. Además, le dedicaron unos cartelitos que decían: "Mauro, Boca es tu casa".
En el alambrado de la Bombonera, también, colgaron una remera de la Argentina que decía "El himno se respeta" (foto), en relación al cantito de "traidor" que retumbó en Liniers en la semifinal de ida el domingo anterior mientras sonaba el Himno Argentino.