A lo Román. Edwin Cardona ya metió un derechazo fuerte y alto al mejor estilo que el máximo ídolo de la historia de Boca. El colombiano abrió el marcador, pero luego Banfield lo empató en el descuento y todo se definió por penales.

 

No era premio consuelo. Era necesidad de un desahogo tras una fatídica semana en la que Boca Juniors había quedado golpeado por la eliminación de la Copa Libertadores. Era esa urgencia de recuperar el aire, de poner las cosas en su lugar pero en este ciclotímico Boca todo cuesta el triple. Tuvo que sufrir para poder consagrarse campeón de la Copa Diego Maradona al vencer en los penales por 5-3 a Banfield, tras igualar 1-1 en los 90" reglamentarios. Le costó mucho a Boca terminar el paso por San Juan con una sonrisa. No pudo ser el dueño del partido de principio a fin y cuando parecía que lo resolvía con un gol de otro partido de Edwin Cardona, sacado del manual de un especialista en esos goles como Juan Román Riquelme, llegó el agónico empate del Taladro en el sexto minuto de descuento. Ese golpe, lo sintió Boca y ya en la lotería de los penales, acertó el pleno con cinco conversiones. Tan sólo con eso, le alcanzó para festejar otro título y llegar a su conquista 70 en el mapa nacional del fútbol.

En el primer tiempo, Boca fue más ganas que ideas. Sin circuitos futbolísticos claros y solamente apoyado en los desbordes de Villa por la derecha, el equipo de Russo apenas pudo arrimar algo de peligro al arco de Arboleda. La más clara de esa parte llegó a los 35" cuando Ávila no llegó a conectar en el segundo palo un centro de Villa. Eso fue Boca. Poco y nada. Del otro lado, Banfield intentó ser práctico. Con Galoppo de conductor, asociado a Bordagaray y Cuero, le complicó las cosas al Xeneize. Pero le faltó en los últimos metros como para traducir sus buenas intenciones. Cuero tuvo la más clarita del Taladro a los 32" cuando superó en velocidad a Mas y definió ajustado al primer palo, obligando a la contención de Andrada.

Una sana costumbre. El xeneize, en las manos de Carlos Tevez, celebra su
título número 70 oficial, siendo el club más ganador de nuestro país.

 

En el complemento, Boca intentó sacudirse de la pobre versión dada en la primera etapa. Ganó en movilidad Cardona, se asoció más con Villa y Zárate para ofrecer más fluidez en el juego. A los 18" llegó la joyita de la noche en el Bicentenario cuando Cardona, vestido de Riquelme, enganchó de izquierda a derecha, avanzó contra la marca y sacó un derechazo infernal que se clavó en el ángulo de Arboleda. Golazo. Banfield reaccionó, lo buscó con lo que tenía y en la agonía, Lollo puso el 1-1 para darle paso a los penales, donde el desahogo fue propiedad de un implacable Boca que no perdonó y sumó su título 70 oficial.