La decisión del Gobierno nacional de incluir vinos entre los productos que tendrán precios congelados hasta enero próximo causó preocupación en el sector bodeguero al punto que anticipan que podrá haber desabastecimiento y baja de calidad. Es porque, como los costos de producción seguirán subiendo, se les dificultará mantener el producto y abastecer a los mercados. Para contrarrestar la decisión, hablan de recurrir a entidades nacionales, como Bodegas de Argentina, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y accionar a través de la Cámara de Bodegueros de San Juan.

Uno de los más preocupados es Mauricio Colomé, de Bodegas y Viñedos Casa Montes, quien analizó que se trata de una decisión "que va a restringir la producción" y que va a ocasionar escasez de vinos y hasta que pueda bajar la calidad. "Si no puedo subir el precio y mis costos siguen subiendo el resultado será ese", sostuvo.

Desde la Cámara de Bodegueros, el vicepresidente, Andrés Berzenkovich, sostuvo que "aunque nuestros vinos no estén incluidos en el listado, el sector va a ser afectado" y mencionó que ya tienen dificultades para que las grandes cadenas de supermercados les acepten nuevas listas de precios.

La preocupación surge porque dentro de la decisión del Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Comercio Interior, de congelar los precios hasta enero de unos 1.400 productos, están incluidos productos de primera necesidad hasta alimento para mascotas. Pero la sorpresa fue la gran presencia de bebidas alcohólicas, entre ellos los vinos.

Así, la canasta ideada por el Gobierno para intentar paliar el avance de la inflación, que en septiembre sorprendió con una aceleración que la llevó al 3,5% mensual, incluye 42 variedades diferentes de vino. Además hay otras bebidas alcohólicas como 4 variantes de fernet, 23 alternativas de cerveza, 8 licores y espirituosas más 7 aperitivos con alcohol.

La resolución fija los precios para cada uno de los productos incluidos por 90 días desde octubre. Y es parte del intento por frenar el efecto de la dinámica inflacionaria sobre alimentos, bebidas y otros bienes de consumo masivo que, sin embargo, enfrenta la resistencia de los empresarios. Y tampoco la medida cayó bien en el sector productivo.

Pablo Martín, de la Mesa Vitícola, expresó que "otra vez el sector vitivinícola es parte de la variable de ajuste" y adelantó que "con seguridad la decisión nos va a pegar fuerte porque el precio del vino no a subir mientras esté vigente la medida".

Eduardo Garcés, desde la Federación de Viñateros, dijo que "no se puede trabajar a pérdida y si el precio del vino está congelado ese va a ser el resultado".

En el sector vitivinícola analizan que aunque no todos los vinos estén incluido en el listado de precios congelados, el efecto abarcará a toda la industria. Porque si algunos productos no aumentan, la competencia tampoco lo podrá hacer. Además, aunque el valor esté frenado, no ocurre lo mismo con los insumos, que seguirán aumentando.

De esta manera la medida impacta en un momento en el que el sector viñatero está muy preocupado por la crisis hídrica, que se estima que va a impactar en la próxima vendimia.

Por la aceleración de la inflación, el costo de vida subió en alrededor de 37% entre enero y septiembre.

 

  • LAS CLAVES

 

Medida

La medida dispuesta por la Secretaría de Comercio Interior abarca unos 1.400 productos de los rubros alimentación, higiene, limpieza y también bebidas alcohólicas, incluidos los vinos. Es un intento del Gobierno nacional por frenar la escalada inflacionaria, que en septiembre tuvo otro pico, justo antes de las elecciones.

Vigencia

La medida que ya fue publicada en el Boletín Oficial establece que se retrotraen al 1 de octubre, y se congelan hasta el 7 de enero próximo, los precios de unos 1.400 productos de consumo masivo en todo el territorio nacional. Incluso ya se habla de pedir ayuda a las provincias y a los municipios para los controles.

Garantía

La resolución garantiza que en las 23 provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la canasta contendrá necesariamente los siguientes rubros: almacén, limpieza e higiene y cuidado personal. A pesar del esfuerzo de las empresas en enviar propuestas, no fueron tenidas en cuenta.

Quejas

Desde el sector empresario la lista oficial fue cuestionada porque sostienen que muchos productos tienen precios entre 10% y 15% más bajos que los que regían al 1 de octubre. Además plantearon que se han incluido muchos artículos que representan un gran porcentaje de la facturación del ámbito comercial.