El desenlace de las elecciones en Bolivia sigue aún en vilo sin que sus principales protagonistas, el presidente Evo Morales y el opositor Carlos Mesa, parezcan ceder lo más mínimo en sus posturas en los comicios más disputados desde que el mandatario boliviano llegó al poder hace más de trece años. Evo Morales sigue proclamando una victoria en primera vuelta por un margen muy estrecho, aunque el líder aymará vaticina que "es irremontable". Explica que lo que queda por escrutar ampliará su triunfo ya que se trata de urnas de zonas rurales donde el mandatario goza de un apoyo casi unánime. Aun así, la oposición, la sociedad civil, la OEA y la Unión Europea reclaman ir al balotaje para despejar cualquier duda.
Escrutado el 99,655 de las actas, Morales estiraba algo su ventaja: 47,03 por ciento de los votos para el oficialista MAS sobre el 36,55 de Comunidad Ciudadana de Mesa.
El jefe del Palacio Quemado habló por la mañana en la casa de gobierno e insistió en declararse ganador pero con chance de pelear un balotaje, pero horas después, ya en un acto en Cochabamba, casi dio por cerrado el tema al ratificar su victoria y celebrar que "la derecha no volverá nunca". "Si el resultado final dice que vamos a segunda vuelta, vamos a ir. Si el cómputo final dice que no hay segunda vuelta, vamos a respetar", proclamó el mandatario.
Si, como muestra hasta ahora el escrutinio, Evo Morales no precisa otra votación, habrá evitado un paso que tampoco necesitó en las pulseadas anteriores de 2005, 2009 y 2014.
El sistema electoral boliviano da la victoria al candidato que sume al menos el 50% más uno de los votos o el 40 con diez puntos de ventaja sobre el segundo.
En este contexto de incertidumbre, la oposición instó ayer a mantener las movilizaciones pacíficas "hasta lograr el respeto a la voluntad popular" y reclamaron un balotaje que sea administrado "de manera idónea, independiente e imparcial", según un documento que leyó Mesa.
Votos bajo la lupa
El órgano electoral no detalló todavía si hoy mismo cerrará el recuento qué pasará con cuatro mesas en la región amazónica de Beni, donde se tendrá que repetir la votación el 4 de noviembre. Son sólo el 0,01 por ciento del total de las actas electorales.