El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que ha abierto las negociaciones con el gobierno de Argentina para iniciar la construcción de un gasoducto. La idea del mandatario brasilero es importar gas de Vaca Muerta, aunque advirtió que este tipo de obras no son "fáciles".
Durante su habitual transmisión semanal a través de las redes sociales, Bolsonaro habló sobre el tema energético y la reciente promulgación de la Ley de Gas en ese país, la cual permite las inversiones extranjeras y la importación. La legislación fue lanzada con el propósito de reducir los precios al mercado interno.
"Estamos en negociaciones con Argentina para importar gas de Vaca Muerta. Saldrá algún día, porque no es fácil empezar a importar gas, crear, construir ductos", indicó el jefe de Estado.
Desde hace algunos meses se sabe que el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, mantiene reuniones con funcionarios del gobierno, especialmente con el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, para avanzar en la construcción del ducto.
"Brasil necesita el gas y sus industrias acogerían con agrado un gas más barato, como el no convencional, mientras que asegurar un gran mercado atraería a los inversores a Argentina para expandir Vaca Muerta. Llevaría tres años construirlo una vez que se haya decidido", afirmó Scioli, quien agregó que ambos países están en la "etapa exploratoria", pero que "existe la voluntad de ambos gobiernos de avanzar con el proyecto".
"Entendemos que hay una posibilidad, dado el declino de Bolivia", indicó el secretario de Energía Darío Martínez, aunque advirtió que "lo primero que estoy averiguando es ver por cuántos años nos puede llegar a comprar Brasil y a qué precios, para poder tomar el resto de las decisiones".