Es poco probable que el requerimiento de Bolsonaro llegue lejos, ya que la victoria de Lula en las elecciones presidenciales fue ratificada por el TSE. Pero podría alimentar un movimiento de protesta. Según CNN Brasil, el documento afirma que hubo ‘inconformidades’ en las máquinas de votación con el potencial de ‘manchar’ la elección ganada por Lula. El presidente del TSE, Alexandre de Moraes, dijo que la demanda, referida a la segunda vuelta de las elecciones, celebrada el 30 de octubre, sólo puede ser analizada si también se presentan dudas sobre la primera vuelta, que se realizó cuatro semanas antes.
La demanda presentada por el Partido Liberal (PL), que apoyó a Bolsonaro, pide ‘invalidar’ los resultados de las urnas electrónicas de modelos más antiguos usados en la segunda vuelta, pues las considera imposibles de auditar.
Una auditoría encargada por el PL apuntó que Bolsonaro fue el más votado en las urnas de modelo más nuevo, fabricadas a partir de 2020, con el 51,05% de los sufragios. La demanda está enfocada en un 61% de las 577.125 urnas utilizadas en la segunda vuelta, sobre las cuales el PL dijo que fueron fabricadas en 2009 y ‘no pueden ser auditadas’, a diferencia de las más modernas. De Moraes respondió que esas mismas urnas fueron igualmente usadas en la primera vuelta, por lo que instó al PL a ‘cuestionar también el resultado de la primera vuelta en un plazo de 24 horas’.