El primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió este lunes que "las muertes por coronavirus durante el invierno podrían ser el doble de las ocurridas en la primera ola de la pandemia", por lo que "no hay otra alternativa que tomar más medidas".
En una intervención ante la Cámara de los Comunes, Johnson apuntó con su mensaje a un grupo de parlamentarios de su propio partido que se oponen a la medida anunciada el sábado.
En ese sentido dijo que el Gobierno se vio obligado a imponer cuatro semanas de estrictas restricciones para controlar los casos en aumento en todo el país.
"Los modelos (estadísticos) de nuestros científicos sugieren que a menos que actuemos ahora, podríamos ver más del doble de fallecimientos durante el invierno en comparación con la primera ola", insistió.
"Sé que algunos en la Cámara creen que deberíamos haber tomado esta decisión antes, pero creo que fue correcto probar todas las opciones posibles para controlar este virus a nivel local, con una fuerte acción local y un fuerte liderazgo local", expresó.
También advirtió que el virus se está duplicando más rápido que el aumento de la capacidad que se le puede dar a los hospitales.
El sábado pasado, Johnson anunció una cuarentena casi total para Inglaterra desde el próximo jueves y durante un "mínimo de cuatro semanas" para tratar de aplanar la creciente curva de contagios, y la medida será votada por el Parlamento el miércoles.
Horas antes de la intervención del primer ministro, una de las asesoras médica de su Gobierno dijo este lunes que, sin un confinamiento como el anunciado por el premier, que será el segundo del año en el país, las muertes diarias por coronavirus podrían llegar a entre 2.000 y 4.000.
"Los modelos (estadísticos) de nuestros científicos sugieren que a menos que actuemos ahora, podríamos ver más del doble de fallecimientos durante el invierno en comparación con la primera ola".
Si no se toma ninguna medida, es probable que en las próximas cuatro a seis semanas haya un aumento en el número de muertes, que podría llegar a entre las 2.000 a 4.000 por día", aseguró Susan Hopkins, subdirectora de Salud Pública de Inglaterra.
El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, también aseguró esta mañana que el coronavirus se está propagando muy rápido y que sin más restricciones para reducir la tasa de infección, el número de muertes en la segunda ola podría superar las registradas durante la primera.
Ayer, el Reino Unido batió un récord de contagios diarios por segundo día consecutivo y superó la barrera del millón de casos confirmados desde el comienzo de la pandemia.
El país se mantiene en el noveno puesto a nivel mundial en cuanto a casos de Covid-19 y en el quinto en cantidad de fallecimientos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el nuevo confinamiento funcionarán las escuelas y las universidades, así como aquellas actividades en las que no sea posible el teletrabajo. En cambio, los comercios no esenciales deberán permanecer cerrados y los restaurantes y los bares solo podrán ofrecer productos para llevar o a domicilio.
También se prohibieron hasta el 2 de diciembre los viajes fuera de Inglaterra que no sean esenciales.
Hoy un miembro del Grupo Asesor Científico para Emergencias del Gobierno llamado Sage, en declaraciones a la cadena BBC, dijo que se habrían salvado miles de vidas si se hubiera introducido antes una segunda cuarentena.
Andrew Hayward, profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas en el University College London, sostuvo también que probar primero restricciones menos estrictas como las que venía adoptando el Gobierno británico era peligroso.
A su vez, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, también cuestionó la decisión del primer ministro de retrasar el confinamiento, y acusó a Johnson y a Sunak de ser los culpables del "costo humano" de una medida retrasada.
En un discurso en la conferencia de la Confederación de la Industria británica (CBI), Starmer dijo que el 21 de septiembre pasado, los propios científicos del Gobierno habían recomendado un corte "urgente" de dos a tres semanas para evitar que el virus se saliera de control.
Argumentó que ese día hubo 11 muertes por coronavirus y un poco más de 4.000 infecciones, pero que el primer ministro no prestó atención a esa advertencia.
"Cuarenta días después, cuando finalmente decidió anunciar un confinamiento nacional más prolongado de cuatro semanas, esas cifras habían aumentado a 326 muertes por día y 22.000 casos de casos positivos. Ese es el costo humano de la inacción del Gobierno", dijo el líder laborista.