Con un Brasil en llamas, el presidente Jair Bolsonaro ayer no reconoció directamente la derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva, que el domingo fue electo como el próximo mandatario.

Bolsonaro, que no consiguió la reelección, aseguró ayer que respetará la Constitución. Es su primer pronunciamiento dos días después de perder los comicios más importantes de la historia.

En un pronunciamiento de poco más de 2 minutos en el Palacio de la Alvorada, residencia presidencial en Brasilia, Bolsonaro justificó la ola de protestas lanzadas por sus seguidores con cortes en más de 220 rutas del país, reclamando golpe de Estado y denunciando fraude en las elecciones. ‘Mientras sigo siendo presidente y ciudadano siempre jugaré dentro de la Constitución’, dijo.

Por su parte, su jefe de Gabinete, Ciro Nogueira, anunció que comenzarán las negociaciones de transición con el Gobierno que asumirá el próximo 1 de enero. ‘El Supremo Tribunal Federal destaca la importancia del pronunciamiento del presidente, al determinar el inicio de la transición, (reconociendo) el resultado final de las elecciones’, dice el comunicado oficial de la máxima corte del país.

Los gobernadores de los estados brasileños de Minas Gerais, San Pablo y Río de Janeiro, entre otros, dispusieron desalojar ayer los cortes de ruta por parte de manifestantes que desconocen el resultado de la elección, después de que la Corte Suprema definiera sanciones para quienes se resistan.

La decisión de los gobernadores de los tres estados más poblados del país de movilizar a la Policía Militar se da después de que el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, ordenara a la Policía Federal de Carreteras desbloquear las rutas.

Las fuerzas de seguridad de Brasil utilizaron ayer balas de goma y gases lacrimógenos para liberar las rutas que mantenían cortadas grupos de manifestantes que apoyan a Bolsonaro en protesta por el resultado de las elecciones.

La ola de bloqueos de rutas registrada desde la madrugada del lunes es impulsada por camioneros y grupos de manifestantes bolsonaristas en más de 23 estados brasileños y el Distrito Federal.

‘Agentes de la Tropa de Choque de la Policía Militar de Río Grande do Sul utilizaron balas de goma y gas lacrimógeno contra manifestantes que intentaban interrumpir el tráfico en la (ruta) BR-116, en Porto Alegre’, informó el portal del diario O Globo.

La entidad también disparó balas de goma para despejar una ruta hacia el aeropuerto de San Pablo, bloqueada por camioneros desde la madrugada. En partes de la ciudad de Río de Janeiro, la Guardia Municipal arrojó gas pimienta contra manifestantes que cortaban el tráfico.

Ayer por la mañana, camioneros cerraron el acceso a la BR-101 a la altura de Itaboraí, en la Región Metropolitana de Río. Los manifestantes se atrincheraron con neumáticos y prendieron fuego para impedir el paso de los vehículos.

En tanto, la estratégica BR 116, llamada Via Dutra, en el interior del estado de Río de Janeiro y principal conexión con el estado de San Pablo, amaneció ayer con los dos carriles abiertos, tras un operativo.

‘Mientras siga siendo presidente y ciudadano siempre jugaré dentro de la Constitución. Los actuales movimientos populares son fruto de la indignación y el sentimiento de injusticia de cómo se dio el proceso electoral. Las manifestaciones pacíficas son bienvenidas, pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda, que siempre perjudicaron a la población’, aseguró el mandatario.

 

Alckmin, por la transición

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, eligió a su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, como coordinador del equipo de transición hasta la asunción del nuevo gobierno, informó la titular del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann.

‘Nuestra prioridad será la cuestión presupuestaria para mantener el plan social Auxilio Brasil y aumentar el salario mínimo’, dijo Hoffman. Detalló que habló con el ministro de la Casa Civil (jefe de gabinete) de Bolsonaro, Ciro Nogueira, y que el presidente determinó la instalación del proceso de transición entre los gobiernos. El vicepresidente electo estará al frente de un equipo de 50 personas, que dialogará con los miembros del gobierno del presidente Jair Bolsonaro

 

Enojo de los camioneros que apoyan al presidente

Rompió el silencio. Bolsonaro apareció ayer por primera vez tras la elección del domingo.

 

Cientos de camiones mantuvieron bloqueadas varias carreteras del país, y los conductores comenzaron a pinchar sus neumáticos para no mover los vehículos.

En Twitter los bolsonaristas convocaron a sus correligionarios a las calles para mantener al presidente en el poder. En San Pablo, un grupo de manifestantes que apoyan al presidente bloqueó en la madrugada de ayer accesos al Aeropuerto Internacional de Guarulhos, un corte al que se fueron sumando otros bolsonaristas durante el resto de la mañana, lo cual provocó cancelaciones y retrasos en los vuelos de la principal terminal internacional del país.

‘Por las manifestaciones a favor de Bolsonaro no pudimos llegar a tiempo a nuestro vuelo, intentamos llegar con las personas del aeropuerto y de la aerolínea, pero no hicieron nada para ayudarnos, no encontré a ningún funcionario del aeropuerto en su oficina y una empleada de una tienda de comidas me dijo que las personas que trabajan acá están afuera manifestando’, dijo una pasajera varada de la aerolínea argentina Fly Bondi que se identificó como Ana.

Videos en redes sociales mostraron a por lo menos dos agentes de tránsito cortando el alambrado que cerca al aeropuerto para permitir el ingreso de manifestantes. ‘Vengan para acá, todo el mundo por Brasil, queremos al bandido en la cárcel, esta pandilla no se apoderará de Brasil y Lula en la cárcel’, dijo uno de los manifestantes en uno de los videos que se viralizó y que sirvió como convocatoria a la protesta. Representantes del transporte buscaron despegarse de los manifestantes y criticaron los bloqueos.

En uno de los videos de las últimas horas, se observa cómo la Policía desaloja un bloqueo en San Pablo y a los pocos minutos un grupo de seguidores de Bolsonaro se pone a rezar en plena autopista.