Pese a que el Gobierno británico mantiene su pesimismo para lograr evitar un divorcio brusco con la Unión Europea (UE) este 31 de diciembre, ambas partes acordaron ayer seguir adelante con las negociaciones sobre la futura relación posbrexit para tranquilidad, al menos momentánea, de varios países vecinos.
Tras una conversación telefónica mantenida ayer al mediodía entre el primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europa (CE), Ursula von der Leyen, a la que calificaron como "útil", ambos líderes enviaron una declaración conjunta en la que anunciaron haber dado instrucciones a sus equipos, reunidos en Bruselas, para que continúen las conversaciones, informó la agencia de noticias AFP.
"A pesar del cansancio de casi un año de negociaciones, a pesar del hecho de que se han saltado fechas límites una y otra vez, pensamos que lo responsable ahora mismo es hacer un esfuerzo adicional", afirmaron en un comunicado conjunto.
"Por eso, hemos dado mandato a nuestros negociadores para que continúen las conversaciones y ver si es posible un acuerdo, aun a pesar de estar ya en una fase tan tardía", añadieron.
Sin embargo, en Londres, Johnson insistió que "lo más probable ahora" era una separación sin acuerdo. "Sigue habiendo esperanza, vamos a seguir conversando, el Reino Unido no va a abandonar las negociaciones, creo que la gente espera que hagamos un esfuerzo más", añadió.
Tanto fuentes de la UE como del Gobierno británico habían expresado claro pesimismo sobre la suerte de las conversaciones antes de la sorprendente decisión de ayer. "Todavía hay un largo camino por delante", reiteró por la mañana el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab.
"Algunas de las propuestas, algunas de las sugerencias que nos han hecho, son bastante extravagantes, francamente, y no se tornan más razonables con la repetición", afirmó. Pero el primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, cuyo país sería el más afectado de la UE por un Brexit (salida británica de la UE) sin acuerdo, llamó a proseguir los esfuerzos.
"Sería un fracaso político si no estamos en condiciones de conseguir un acuerdo", declaró a la BBC. Luego de que en 2016 el Reino Unido decidiera poner fin a casi cinco décadas de una tensa relación con la UE, el país fue el primero en abandonar oficialmente el bloque el 31 de enero de este año, cuando abrió una fase de transición hasta fines de 2020.