Intacto. El Dacia "94 fue encontrado con todas las cosas de valor intactas, como el estéreo, la batería y unas herramientas que había en el baúl. Todo un misterio.

Se les vino el mundo abajo cuando salieron y no vieron el auto. Más tarde lo recuperaron, pero quedaron llenos de preguntas por lo misterioso del caso: el vehículo apareció intacto, con todas las cosas de valor en su lugar. El o los delincuentes ni siquiera se hicieron propia una campera que había quedado en el asiento de atrás, dijeron fuentes policiales.

Los que ayer ardían de bronca eran los Giménez, familia que vive en la casa 20 de la manzana D del Barrio Portal del Sur, entregado a fines del año pasado en Pocito. Los vecinos aseguraron que al principio era tranquilo, pero que en las últimas semanas varios ataques encendieron las alarmas.

Durante la madrugada de ayer la inseguridad les tocó a los Giménez. A la 1 volvieron de una cena en lo de un familiar y dejaron estacionado el Dacia "94 con GNC en la puerta de su vivienda, sin imaginarse jamás que durante la noche desconocidos se lo iban a llevar.

"Creemos que se lo llevaron tirando, porque tiene como mil mañas para que arranque, es muy difícil que hayan podido hacer eso", supuso ayer Jorge Giménez (32), el dueño. Fue su esposa quien a las 6 salió a dejar unas cosas para ir a su trabajo y advirtió la desagradable sorpresa.

De inmediato llamaron a la Policía y los efectivos de la seccional 7ma desplegaron un operativo. En simultáneo, ellos mismos se pusieron a buscarlo. Es más, el hombre hasta hizo imprimir unas fotos para repartir. Es que el Dacia es de suma utilidad para la familia: lo compraron el año pasado y es lo único que tienen para movilizarse hacia sus trabajos en Capital (ella empleada de UDAP y él, operario en un pasero), y para llevar a uno de sus dos hijitos a la escuela, indicaron.

La buena noticia llegó sobre las 10.30, cuando desde la Policía les llamaron para avisarles que el rodado había aparecido. Lo habían abandonado en la calle 11, entre Ruta 40 y Alfonso XIII. Estaba estacionado a un costado de la calle, con la trompa en dirección al Oeste, y, lo más llamativo, con todo lo que tenía hasta antes del hurto: la batería, el estéreo, los parlantes, una campera y hasta unas herramientas que había en el baúl, señalaron en la Fuerza.

El auto fue peritado por Criminalística. Los investigadores trataban de esclarecer las circunstancias en que se produjo el llamativo ilícito.