Sergio Barrios tiene 47 años y sufre esquizofrenia, una enfermedad mental que, sin embargo, no le impide hacer su vida y relacionarse, incluso sentimentalmente: hace cinco años está en pareja.

En su rutina consigue hacer algunos trabajos domésticos, como limpiar. Y en eso estaba el jueves en la tarde (limpiaba un auto) cuando dos chicos vecinos que pasaban con un carrito de supermercado le ofrecieron la mercadería que llevaban.

Según su cuñada Isabel Fernández, Sergio rechazó el ofrecimiento de esa ‘mercadería robada’ y echó a esos dos jovencitos diciéndoles que no molestaran.

Pero a cambio recibió insultos. Pareció que todo terminaba ahí, pero instantes después regresaron otra vez con el carro vacío y repitieron los insultos, con el agregado de que se sumó el hermano mayor de uno de ellos y todo empeoró.

Fernández, que fue una impotente testigo del hecho, aseguró que el mayor de esos jóvenes, al que identificó como Alejo Amaya, le arrojó un trozo de escombro a su cuñado, que impactó en la zona de su sien izquierda y lo tumbó al piso. Y que, ya con su cuñado noqueado, los tres muchachos se abalanzaron sobre él para seguir golpeándolo a patadas y trompadas.

Huyeron cuando vieron que se acercaba un patrullero que Isabel había llamado cuando ocurrió el primer cruce.
Todo pasó en el 667 Oeste de Gobernador Castro, en la Villa Avellaneda, en Rawson.

Y ayer, los policías de la seccional 6ta esperaban el informe del médico legista y las instrucciones de un juez para saber si ordenaba o no detener a los sospechosos, señalados por Fernández con nombre y apellido.

‘Mi cuñado es una persona con limitaciones, pero es bueno, vive de su pensión y trata de trabajar (…) lo único que hizo fue correr a esos chicos porque no quería comprarles mercadería robada. Y no es justo que vengan a agredirlo de esa manera.

Con esos chicos todos los vecinos tienen problemas y yo tengo que denunciar porque tengo cuatro hijos y espero que hagan algo y nos den alguna protección’, dijo Isabel Fernández.