Fotos: Gentileza Raúl del Pardo
Aunque a simple vista parece algo impensado para San Juan, el buceo está tomando color con la presentación de la escuela Cuyo Buceo de Raúl del Pardo, un buzo con más de 25 años de experiencia militar que llegó para realizar desde cursos con certificación internacional hasta bautismos para los turistas o curiosos que quieran vivir la experiencia en el bello dique Punta Negra. Además, a muy poco de inaugurada esta actividad se prepara para recibir personas con discapacidad que estarán a cargo de asistentes terapéuticos preparados para ese fin.
Del Pardo – nacido en Chubut, capital del buceo-, comenzó a bucear a los 12, tanto que a los 15 ya contaba con certificación internacional, luego llegó su larga experiencia militar, hasta que decidió montar su propia empresa, que en realidad se divide en dos. Por un lado la Escuela de buceo con sede central en San Juan y sucursal en San Luis, y por otro es operadora de buceo que implica contar con determinados estándares y volumen de equipamiento para recibir al turista, como así también distintos tipos de trajes (según la temperatura), y talles que van desde el más pequeño hasta los especiales y triple XL.
El inicio formal para parte de la actividad fue en enero ya que se deben contar con todas las habilitaciones y permisos exigidos por la provincia.
Actualmente el fuerte son los cursos que son dictados en una piscina privada (Piscis), mientras que la certificación final se realiza en el dique Punta Negra. “Durante 6 clases realizan la parte teórico-práctica, a los que se suman dos días más de práctica”, indica del Pardo, quien reside en la provincia desde hace 15 años.
Estos cursos permiten realizar esta actividad en cualquier lugar del mundo con una certificación internacional, incluida la Argentina, por supuesto. “El certificado es otorgado por empresas certificadoras homologadas por una entidad internacional que unifica los conocimientos, ejercicios y prácticas que deben realizar quienes hacen y aprueban el curso”, indica el especialista.
Bautismos para todos
Claro que no todo el mundo pretende ser un experto, están también quienes sólo quieren disfrutar de la aventura y de las sensaciones placenteras que produce este deporte. Para este grupo de inquietos entusiastas están los bautismos de buceo. ¿Quiénes pueden practicarlo? Todas las personas con capacidad psicofísica acreditada, sin límite de edad (se aconseja a partir de los doce años).
“Tengo dos alumnos de 64 años, uno de ellos sumó a su hijo, esposa y ahora el nieto. Es cuestión de querer y animarse”, dice Raúl.
Para Semana Santa la actividad aumentará considerablemente por lo que se aconseja reservar el lugar en los sitios indicados aparte (Reservas).
Los bautismos se realizan todos los viernes, sábados y domingos desde las 9 hasta las 17 horas, con punto de encuentro en la rampa del dique. Allí se encuentran las instalaciones de Cuyo Buceo, donde se dan las instrucciones preliminares y se encuentran los vestidores para los novatos.
“Si bien es una actividad que no está explotada, es de alta demanda en todo el mundo por lo que apostamos muy fuerte al turista que llega a San Juan y viene a conocer este lugar de ensueño. En el bautismo la profundidad va desde los dos hasta los seis metros, no más que eso. Quien quiere descender a un límite superior debe realizar el curso básico”, recomienda del Pardo, quien además aclara que se deben realizar correcciones por estar a 900 metros sobre el nivel del mar.
Sólo se trata de disfrutar, de encontrar el ritmo respiratorio con el equipo necesario para estos casos (Ver infografía), colocarse el tanque de oxígeno, toda una experiencia única que dura aproximadamente una hora (media de charla previa y llenado de fichas y media hora bajo el agua).
Otro de los atractivos es que es una actividad ideal para compartir con amigos y familia, con movimientos lentos que no demanda una preparación física previa, y hasta la opción de sumarse a un curso básico si la experiencia gustó mucho.
Entre las bondades que ofrece San Juan, figura el clima, que si bien en invierno puede ser muy crudo, lo es menos que en otras zonas, algo que permite bucear todo el año.
“El frío tampoco es problema porque contamos con equipos especiales que llegan a los 7 mm de grosor o son dobles y especiales para bajas temperaturas, además de botas, guantes y cascos especiales”, indica Pardo de Cuyo Buceo.
Precios
* El curso cuesta 9 mil pesos. Incluye todo, hasta regalos como una bitácora -el libro donde se anotan las horas de buceo-, bolso, tabla para planificar la actividad y manual instructivo.
* El bautismo cuesta 1.200 pesos (todo incluido). Además si alguien decide continuar con el curso son descontados del monto total.
La escuela
Cuyo Buceo ofrece la opción de certificarse como buzo internacional, un detalle nada menor si se habla de una provincia desértica donde el agua es la preocupación permanente de mucha gente. Lo cierto es que la opción existe y parece que en muy buen nivel. “Estamos a la altura de cualquier buena escuela de buceo del país donde hay 80 en total, pero a muchas de ellas les falta lugar adecuado para chequear, como es un dique, por eso los terminan mandando a Córdoba, Santa Fe, Mendoza y ahora San Juan. Tanto es así que ya tenemos convenio con escuelas de Buenos Aires que vendrán a chequear acá”, indica del Pardo quien llegó a la provincia hace 15 años de la mano de una certificadora de buceo con base en Mendoza.
Una de las últimas tareas que se están realizando para dejar en condiciones los servicios que se ofrecen en Punta Negra es la instalación de un container que servirá de resguardo para las necesidades de los buzos.
El personal que atiende es altamente especializado y acompaña en forma permanente, esto sin contar la asistencia de un enfermero profesional para primeros auxilios.
Otra de las ventajas que cuenta este lugar es la rampa que permite que el descenso sea paulatino.
Reservas
Las reservas para realizar un bautismo o pedir detalles del curso de pueden hacer a través de Instagram, Facebook, o por la página Cuyo Buceo. También al teléfono: 264 411 7449