En las residencias estatales se alojan 60 menores que, por diferentes razones, fueron separados de sus familias. La mitad está en condiciones de ser adoptada, aunque de esos 30, 20 tienen entre 10 y 17 años y, por la edad, tienen menos posibilidades de que los adopten. El fundamento: el 80% de los postulantes inscriptos en el Registro Único de Adopción prefiere a los menores de 3 años. Ante esta situación la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia emprendió una campaña para que la gente apadrine a estos chicos sin intenciones de adoptarlos, pero con la predisposición al menos de llevarlos a tomar un helado. 

Julieta (nombre hipotético) amaneció con menos ganas de ir a la escuela que lo acostumbrado. La eligieron para izar la Bandera y nadie la acompañará para compartir este momento, al contrario de lo que ocurre con sus compañeros. Pero, quizás su situación pueda cambiar si alguien decide apadrinarla. La nena tiene 11 años y desde el 2015 está en una Residencia del Estado a la espera de que alguien la adopte, aunque las probabilidades se reducen si se tiene en cuenta la preferencia de los adoptantes. "En el Registro Único de Adoptantes hay cerca de 1.500 postulantes inscriptos y el 80% dejó sentado que prefiere adoptar a chicos menores de 3 años. Con suerte algunos pueden llegar a adoptar a uno de 5 años, no más. Es una realidad que no es nueva, pero que se sigue repitiendo", dijo María Julia Camus, jueza de Menores. 

 

 

 

 

Según dijo el director de Niñez, Adolescencia y Familia, Marcelo Bartolomé, de los 30 chicos en disponibilidad de adopción sólo 3 tienen menos de un año; 6 tienen entre 2 y 5 años; y el resto entre 10 a 17, conformando la franja con menos probabilidades de ser adoptados.  

Teniendo en cuenta la situación de estos menores es que desde Niñez pusieron en marcha una propuesta para conseguirles "un referente afectivo". "Queremos que los sanjuaninos se animen a apadrinar a estos chicos, especialmente a los mayores de 10 años. La idea es que se conviertan en sus referentes y que puedan compartir con ellos una salida a comer, los acompañen a un acto escolar, los ayuden con los deberes, entre otras actividades. Eso les va a resultar muy bueno a los chicos especialmente a los que están por cumplir 18 años y que deberán dejar la residencia a esa edad. Si alguien los apadrinas al menos tendrán a quién visitar cuando salgan", dijo Bartolomé. 

El funcionario aclaró que los padrinos no podrán adoptar a los chicos y que sólo contarán con la posibilidad de compartir algunos momentos con ellos. Esto se debe a que una de las condiciones para apadrinar a los menores es no estar Inscripto en el Registro Único de Adoptantes.  

También agregó que hasta una persona sola puede aspirar al padrinazgo. "Hay hombres y mujeres que se quedaron solos porque sus hijos crecieron y se fueron, y que a lo mejor necesitan compartir salidas con algún chico de vez en cuando. Por eso pensamos que el padrinazgo puede tener un doble beneficio. Por un lado que el chico al que nadie adopta se sienta querido y acompañado y, por otro, que las personas mayores sientan lo mismo. No es necesario tener un matrimonio o familia constituida para convertirse en padrino", agregó el funcionario. 

 

"La mayoría de los menores llega a las residencias estatales por situaciones de violencia, fundamentalmente abuso". 
 
Marcelo Bartolomé – Director de Niñez 

 
El procedimiento 
 
Para postularse como padrino, los interesados deben dirigirse a la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, en el 3er piso del edificio de la Caja de Acción Social, en Santa Fe casi Mendoza, para inscribirse. Luego mantendrán una entrevista a cargo de un equipo técnico interdisciplinario donde se determinará la aptitud de los postulantes para llevar a cabo el padrinazgo. "Vamos a ser minuciosos para determinar si el postulante es apto para ser el padrino de algún chico, ya que no podemos permitir que cualquiera lo sea. Nuestra prioridad es siempre el bienestar y la seguridad de los niños", dijo Bartolomé. 

Luego, los postulantes serán visitados en sus domicilios para continuar con la etapa de evaluación. Si todo está bien y fueron autorizados a apadrinar a los chicos, harán una visita a las residencias para definir con cuál de ellos compartirán las salidas. El paso siguiente será una salida grupal para ir estableciendo un vínculo y bajo la supervisión de un especialista. 

Los menores que se alojan en las Residencias Estatales y que se encuentran en condición de ser adoptados llegaron a estos lugares por decisión de la Justicia que determinó desvincularlos de sus familias y tras no encontrar a ningún familiar cercano que se haga cargo de ellos. Ser víctimas de violencia (especialmente de abuso) y de abandono son los principales motivos por lo que estos chicos quedaron bajo la tutela del Estado. 

 

Las claves

 

1- Los Hogares de Belén comenzaron a funcionar en la provincia en 1992 para darles contención social, espiritual y afectiva a chicos de 0 a 18 años que fueron separados de sus padres por decisión judicial. 
 
2- Durante más de dos décadas alojaron a casi 400 menores vulnerables, de los cuales más de 100 fueron adoptados por las familias que integraban estas institución. El resto de los chicos fue dado en adopción o volvió con sus padres biológicos. 
 
3- Dado que las familias de los Hogares terminaban adoptando a los menores sin estar inscriptos en el Registro Único de Adoptantes, la Justicia decidió no darles más chicos en guarda. La jueza de menores, María Julia Camus, fue la promotora de esta medida. 

 
4- María Julia Camus dijo que estas instituciones se manejaban de manera irregular y que incluso las familias de estas instituciones decidían cambiar a los menores de un Hogar de Belén a otro cuando esa era competencia de la Justicia.