El excortista Juan Carlos Caballero Vidal declaró ayer ante el juez federal Leopoldo Rago Gallo y el fiscal Francisco Maldonado por su supuesta vinculación en delitos de lesa humanidad cuando fue magistrado de primera instancia durante la dictadura. El exministro del máximo tribunal local se defendió de las imputaciones en su contra por las causas Cevinelli y Carvajal y ahora Rago Gallo definirá si lo procesa o no.
En el segundo de los expedientes, Caballero Vidal está en la mira por no haber promovido la investigación penal por la muerte de Alberto Carvajal, quien fue torturado hasta la muerte en el Penal de Chimbas, pese a que había recibido un pedido de colaboración del RIM 22 para hacer la autopsia. Según fuentes judiciales, señaló que no intervino en la causa porque la competencia sobre el fallecimiento estaba en manos de la Justicia Militar de entonces. De hecho, dijo que en un caso anterior, peleó por llevar adelante la instrucción, pero que la Corte Suprema de Justicia de la Nación delegó la causa en la Justicia Militar. No obstante, la sospecha que reina en la Justicia Federal es por qué ni siquiera sacó una resolución declarándose incompetente, indicaron las fuentes.
En la primera de las causas, fue acusado por Pedro Bayugar, quien dijo que Caballero Vidal lo amenazó al colocar en su escritorio una pistola 9 milímetros cuando fue averiguar la situación de su defendido, el militante universitario Héctor Cevinelli, por quien había le había presentado un hábeas corpus. En ese punto, el excortista, tal cual lo había adelantado en una presentación espontánea, reconoció que tuvo el encuentro con Bayugar, pero negó que lo hubiera amedrentado y que le dijera que se olvidara de todo lo que le ocurrió a Cevinelli, señalaron las fuentes. Ahora, Rago Gallo debe definir la situación procesal.