La decisión de hacer una compra grande implica un proceso de decisión importante, principalmente sobre la utilidad del bien y fundamentalmente cómo afrontar ese gasto. La posibilidad de consumir en cuotas puede ser tentadora a primera vista en la mayoría de las veces, pero algunas alternativas podrían terminar siendo más ventajosas si se paga al contado.
Los planes de cuotas sin interés como el Ahora 12 y el Ahora 18, que en estos días comenzará una nueva etapa tras un acuerdo entre el Gobierno nacional y las entidades financieras, aparecen como la alternativa más utilizada para realizar compras de bienes durables.
La posibilidad de consumir en cuotas puede ser tentadora a primera vista en la mayoría de las veces, pero algunas alternativas podrían terminar siendo más ventajosas si se paga al contado
De acuerdo a los últimos datos que relevó el Poder Ejecutivo, electrodomésticos (33%), materiales para la construcción (27%) y muebles (80%), fueron los rubros que mayor aumento de operaciones registraron en mayo, la información más reciente con la que cuenta el Ministerio de Desarrollo Productivo. Pero este tipo de bienes no son los únicos que se compran con el plan oficial de cuotas: también hubo un incremento en indumentaria y calzado.
Para Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales, “la cuestión de comprar en cuotas en procesos inflacionarios, más alla de una desaceleración que se espera para los próximos meses, es una ventaja siempre y cuando no haya una ventaja mayor comprando al contado. Para que convenga tiene que ser un descuento muy importante, casi del 20%, si es menor de eso, conviene pagar en cuotas”, mencionó en diálogo con Infobae.
“La cuestión de comprar en cuotas en procesos inflacionarios, más alla de una desaceleración que se espera para los próximos meses, es una ventaja siempre y cuando no haya una ventaja mayor comprando al contado” (Otálora)
Por su parte, Natalia Gorgoschidse, experta en finanzas personales y fundadora de Fines, va más allá y explica que antes de tomar la decisión de compra tiene que haber otras cuestiones puestas en la balanza. “La decisión de hacerlo en efectivo o en cuotas puede terminar en un daño si antes no tenemos un orden. Es importante tener un orden y planificación mes a mes contemplando la inflación, porque a nosotros nos suele suceder que evaluamos si podemos pagar el monto que nos dicen pero no contemplamos si esa cuota la puedo seguir pagando mañana si me aumenta la luz, el gas y el alquiler todo junto”, apuntó.
“Hay una variable que en finanzas personales está bueno manejar ya que nos permite tomar decisiones más acertadas: el costo de oportunidad, es decir a qué renuncio por tomar la decisión que tomo. Si puedo elegir entre pagar en efectivo o en cuotas, y veo que invirtiendo el efectivo puedo generar un rendimiento mayor (siendo conservador y teniendo en cuenta que la pérdida del poder adquisitivo de los pesos puede ser superior) al gasto en el que caigo por pagar en cuotas (considerando intereses, costos e impuestos de tarjeta, fecha de cierre de la tarjeta), entonces me conviene pagar con el plástico e invertir esos pesos”, ejemplificó Gorgoschidse.
Cuotas o efectivo: cómo calcular qué conviene
Hace cerca de un año, el licenciado en sistemas y egresado de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Ariel Díaz, se encontró con la disyuntiva de comprar al contado o en cuotas un joystick en 12 cuotas que, en ese caso, tenían interés. Con sus conocimientos de cálculo financiero que adquirió en la universidad y siendo desarrollador web, se le ocurrió publicar una calculadora para que cualquier persona, de manera sencilla, pueda hacer esa cuenta.
La calculadora lleva como nombre Infleta y se puede acceder con una búsqueda rápida por internet. Y en los últimos días, por un posteo viral en Twitter, pasó de recibir 100 visitas diarias a cerca de 40.000, le contó Díaz a Infobae. “No es la primera calculadora que hay de este tipo, hubo gente que compartió algún Excel o fórmulas para calcularlo, pero no es accesible y menos si estás en un shopping y tenés que tomar una decisión rápido”, comentó.
La calculadora lleva como nombre Infleta y se puede acceder con una búsqueda rápida por internet. Y en los últimos días, por un posteo viral en Twitter, pasó de recibir 100 visitas diarias a cerca de 40 mil
La calculadora pide dos datos para poder hacer la cuenta rápidamente: cuál es el precio al contado (sea con descuento o el precio de lista) y cuánto es el valor del costo final al pagarlo en cuotas. Con esa información determinará, por ejemplo, si teniendo el efectivo en la mano conviene abonar a plazo, porque en el transcurso de los 12 meses del pago se podrían ir invirtiendo esos pesos y reducir en términos reales netos cada servicio mensual comprometido.
Para poner un ejemplo concreto. Un consumidor tiene que pagar un producto que vale $50.000 y debe decidir si abonarlo al contado o con un plan de 12 cuotas que tiene un 20% de interés anual, sobre el valor inicial. En ese caso, el costo total del bien será de $60.000. En este caso, Infleta estima que lo más conveniente será pagar en cuotas. Eso sucede porque en términos reales -descontando la inflación- al pasar ese año del plazo de compra, esos $50.000 se habrán convertido en 49.181 pesos.
La calculadora lleva como nombre Infleta y se puede acceder con una búsqueda rápida por internet. Y en los últimos días, por un posteo viral en Twitter, pasó de recibir 100 visitas diarias a cerca de 40.000, le contó Díaz a Infobae. “No es la primera calculadora que hay de este tipo, hubo gente que compartió algún Excel o fórmulas para calcularlo, pero no es accesible y menos si estás en un shopping y tenés que tomar una decisión rápido”, comentó.
La calculadora lleva como nombre Infleta y se puede acceder con una búsqueda rápida por internet. Y en los últimos días, por un posteo viral en Twitter, pasó de recibir 100 visitas diarias a cerca de 40 mil.
La calculadora pide dos datos para poder hacer la cuenta rápidamente: cuál es el precio al contado (sea con descuento o el precio de lista) y cuánto es el valor del costo final al pagarlo en cuotas. Con esa información determinará, por ejemplo, si teniendo el efectivo en la mano conviene abonar a plazo, porque en el transcurso de los 12 meses del pago se podrían ir invirtiendo esos pesos y reducir en términos reales netos cada servicio mensual comprometido.
Para poner un ejemplo concreto. Un consumidor tiene que pagar un producto que vale $50.000 y debe decidir si abonarlo al contado o con un plan de 12 cuotas que tiene un 20% de interés anual, sobre el valor inicial. En ese caso, el costo total del bien será de $60.000. En este caso, Infleta estima que lo más conveniente será pagar en cuotas. Eso sucede porque en términos reales -descontando la inflación- al pasar ese año del plazo de compra, esos $50.000 se habrán convertido en 49.181 pesos.
Una disyuntiva que podría tranquilamente presentarse a un comprador es tener que decidir entre un producto en 18 cuotas sin interés (Ahora 18) o pagar ese bien al contado con algún descuento. En ese caso, el consejo de Infleta -con una inflación esperada para ese lapso de 2,5% mensual promedio- es pagar en cuotas. Ni siquiera con una rebaja del 20% sería conveniente pagar al contado. Si fuera Ahora 12, en cambio, un descuento de 20% termina siendo mejor que meterse en la docena de cuotas.
Hay más elementos para agregar a la ecuación, que incluso están incluidas en la entrega de resultados que hace Infleta. Qué hacer con los pesos a medida que se van desembolsando los pagos mes a mes. Con una inversión que tenga liquidez suficiente para “salir” una vez por mes y hacer frente a la cuota, el saldo se va tornando cada vez menos pesado, como por ejemplo con un plazo fijo tradicional, UVA precancelable que puede desarmarse tras 30 días de haber sido constituido y Fondos Comunes de Inversión, entre otros ejemplos.
Las posibilidades son infinitas y lo más recomendable es que el comprador pueda tomarse unos minutos para hacer ese cálculo. “Hay que entender que no hay fuertes descuentos de contado, las cuotas tienen implícita una inflación sino todos venderían a pérdida. Siempre es una buena opción en cuotas con la premisa de comprar las cosas que necesitás y no por comprar, hay que saber diferenciar las compras por necesidad, oportunidad o por capricho”, afirmó Otálora.
Con una inversión que tenga liquidez suficiente para “salir” una vez por mes y hacer frente a la cuota, el saldo se va tornando cada vez menos pesado
“Hace unos años atras, iba caminando por la calle y escuchaba la conversación de dos chicas y una le decía a la otra ‘pagué el pasaje en cuotas’ y la otra respondió ‘qué bajón, una semana de placer por 18 cuotas de amargura’. Está comprobado que los plásticos disocian la emoción que genera el pago en efectivo y muchas veces vemos la tarjeta como extensión del sueldo en lugar de un medio de pago. Esto nos hace caer en situaciones que muchas veces no tienen una solución simple. Por eso mismo, es importante aprender a usar la tarjeta de crédito”, explicó Natalia Gorgoschidse.