El fiscal Fabrizio Médici le pidió al juez Alberto Benito Ortiz (Primer Juzgado de Instrucción) que considere sospechosa e indague a la docente Alejandra Ríos (41) por su presunta complicidad en los abusos sexuales que su pequeña hija Camila sufría a manos de su expareja, Pedro Oris (38), cuando ambos vivían juntos en una finca de Santa Lucía, dijeron fuentes judiciales. En diciembre pasado, el juez Ortiz procesó a Oris por las prácticas sexuales contra la niña cuando tenía 8 años, en 2013, y esa causa está a un paso de llegar a juicio, precisaron los voceros. Por eso se estima que ambos sospechosos serán juzgados, pero por separado.
Así, ambos podrían sumar otra condena a la que ya cumplen en el Penal de Chimbas (la Corte le aplicó 17 años a Oris y 10 a Ríos) por otros episodios igualmente graves, que hasta pudieron terminar con la vida de la niña el 24 de octubre de 2013.
Ese día, ocurrió el hecho más grave de una seguidilla de ataques contra la menor, que los médicos pudieron cuantificar en 42 lesiones y los psicólogos en un grave daño en la salud mental a causa de esos vejámenes. Aquel 24 de octubre, una patada terminó por causar una lesión cerebral tan dañina, que la niña se salvó de milagro (de hecho, se lo atribuyeron al Cura Brochero), pero quedó con severas secuelas: entre 90% y el 95% de incapacidad en su mano izquierda y el 70% en la pierna del mismo lado.
Oris y Ríos recibieron una primera condena por dejar hemipléjica a la niña. Pero la Corte intervino y elevó casi al doble los castigos.
Todo se complicó para los sospechosos cuando la niña se recuperó y pudo hablar. Entonces relató no sólo el pésimo trato que recibía de ambos, sino también las maniobras sexuales que atribuyó a Oris.
Pero en el juicio, la docente y su entonces pareja sólo enfrentaron cargos por los ataques que casi culminan con la vida de la nena y les significó una primera condena de 9 años para Oris y de 6 para Ríos, hasta que la Corte intervino y elevó esos castigos casi al doble, por los múltiples agravantes del caso.
En ese debate, se había resuelto que la investigación por los ataques sexuales se realice por separado en el mismo juzgado que actuó desde el comienzo. Y entonces se dio por acreditado que, además de maltratar y golpear a la niña, Oris abusaba de ella. El análisis de la prueba llevó a la Fiscalía a entender que la madre es también sospechosa y ahora el juez la indagará.