Con el objetivo de reducir el número de muertes evitables cada año, hoy se conmemora en todo el mundo el "Día contra el Cáncer". Tres sanjuaninos describieron lo que significó tanto luchar en primera persona contra esta enfermedad, como el cambio que ya experimentaron en sus vidas.
En noviembre de 2015, Lucia García, con 16 años en ese momento, vio como a su madre le afloraban las lágrimas cuando el médico afirmó que debía ser intervenida rápidamente porque un diagnóstico erróneo anterior había acelerado un Linfoma No Hodgkin en su cuello. "Recién después lloré yo", afirmó la chica que hoy tiene 19, vive en Chimbas y hoy reconoció: "No hay opción, madurás de golpe. Dejé de pelear todo el tiempo con mi mamá, por cualquier cosa. Valoré lo que ella y mi familia iban haciendo por mí", resaltó en un primer momento. El impacto repercutió en lo espiritual y "Luchi" se fue acercando a un templo evangelista. "Antes de la enfermedad, me dedicaba solamente a pasarla bien. Después, vi cómo algunos amigos se alejaron y otros se quedaron. Hoy estoy viendo un mundo que estuvo escondido para mí", concluyó.
Con 28 años de edad y recién egresado con el título de ingeniero eléctrico, Gerardo Balmaceda comenzó a sentir dolores en el estómago en febrero de 2017 que lo llevaron a un periplo por médicos durante dos meses. En abril, luego de 4 insoportables días de continuos cólicos fue operado y su familia se enteró que habían encontrado metástasis en el hígado, en el estadio más avanzado. "La verdad es que durante varios días yo no caía con lo que me decían. Yo, simplemente disfrutaba que se habían terminado esos dolores y recién cuando el médico me dijo que debía consultar a un oncólogo, comprendí", recordó "Lalo" que el mes próximo celebrará sus 31 años. "Me mentalizaba todos los días para que mis padres, especialmente mi padre que también atravesaba problemas de salud, no me vieran mal", indicó el vecino de Rivadavia, que usó como receta "el apoyo de mi novia y de mi familia, ellos fueron mis pilares. En ese momento, te das cuenta que solamente hay que meterle para adelante. Y ahora, que el cáncer ya no es la enfermedad de hace 20 años. Es reversible", concluyó.
Claudia Cortez (52) es docente y cuando le diagnosticaron cáncer de colon, hace 3 años, significó una dura lección para ella. "Sonará a loco, pero hoy hay muchos cambios para bien", sintetizó, aunque la experiencia fue muy compleja. "Hay muchas cosas por mejorar. Me enteré de una pésima manera, porque el médico fue muy cruel en la forma que lo dijo. Intenté hacer terapia, pero no me sentí contenida", recordó Claudia, que fue encontrando fuerzas "en la familia, los amigos y en la fe. Además que el equipo médico actual sí es excelente", aclaró.
Hoy, Claudia siente que resignificó su vida: "Tenía tendencia depresiva y seguramente emociones mal resueltas incidieron en la enfermedad. Ahí me di cuenta que tenía mucha gente a mi lado, nunca lo imaginé".
Protagonistas
CLAUDIA CORTEZ
Fue muy fuerte y muy duro, pero se va pasando. Pensás: "una pastilla menos, una quimio menos", y vas saliendo adelante. No hay que victimizarse. En mi caso, volví al Santísimo y dejé de ser una persona muy estructurada".
GERARDO BALMACEDA
Antes, hablar de cáncer era prepararse para resignarse. Pero hoy es una enfermedad reversible en muchos casos. Ante el panorama que presentan, no queda otra más que meterle para adelante.
LUCÍA GARCÍA
"Sigo con controles cada seis meses, pero no me preocupo, sólo me da hambre y sueño, ya me declaré sana (ríe). En realidad yo siento que no importa cuánta esperanza tenga uno, la fortaleza proviene de Dios".