La razón es la caída de ventas y los perjuicios que han sufrido por dos obras en marcha en la Capital. Se trata de 210 comercios afectados por la remodelación de la Peatonal en calles Tucumán y Rivadavia, y los negocios de la Avenida Central, desde Paula Albarracín de Sarmiento hasta Hipólito Yrigoyen, a los que la comuna dispuso eximirlos del pago de la tasa por actividad comercial, que suman unos 1,5 millones de pesos al año.
"Se trata de una contribución del municipio para ayudar a los comerciantes en épocas difíciles como las actuales", dijo Juan Pablo Dara, presidente del Concejo Deliberante de la comuna. La iniciativa fue aprobada por unanimidad en la sesión del jueves pasado y sólo falta que sea publicada en el Boletín Oficial, por estos días, para que se ponga en práctica.
La medida dispuesta por el Concejo Deliberante es eximir el pago de la tasa que pagan los negocios por actividad comercial. Para tener una referencia, cabe señalar que un comercio de unos 300 metros cuadrados cubiertos paga, en el centro de la ciudad, unos 7.300 pesos al año. El monto depende de la zona en la que está ubicado el negocio.
En el caso de los comercios de la Peatonal, que son unos 130, la vigencia del beneficio es desde marzo pasado, cuando empezaron las obras, hasta diciembre de este año, cuando se estima que los trabajos van a a estar finalizados. "Y si por cualquier razón hay una demora, vamos a extender el beneficio el tiempo que haga falta", explicó Dara.
Los trabajos consisten en la renovación total de los pisos, la eliminación de las fuentes, la colocación de 143 bancos nuevos, la instalación de 28 bebederos, 90 luminarias LED, 30 cestos de basura y 4 gabinetes para policías y monitores. En el paseo también habrá 4 cisternas subterráneas que alimentarán el riego por goteo del arbolado y 11 gabinetes con hidrantes y mangueras. Por otro lado, todo el cableado irá soterrado.
En el caso de la Avenida Central, la etapa que actualmente está en obra va desde Paula Albarracín de Sarmiento hasta la conocida Esquina Colorada. Se trata de una obra pensada para agilizar el tránsito hacia el Oeste del Gran San Juan y crear una nueva vía de vinculación con Rivadavia, un departamento que ha crecido sensiblemente en viviendas y población en los últimos años. Según el plan que manejan en Vialidad Provincial, la intención es habilitar al tránsito en los próximos días el tramo que va de Nuche a Soler e ir avanzando con otros sectores, con la idea de que en diciembre esté toda la primera sección pavimentada y habilitada a la circulación vehicular. Según aclaran desde el organismo vial, los autos podrán circular por la nueva calzada y después se irán terminando las obras complementarias, como la construcción de cunetas, alumbrado público y la forestación correspondiente.
Pero el problema, en el caso de los negocios ubicados en las proximidades de las obras, es que se han visto perjudicados por la construcciones porque al ser más difícil circular, han perdido clientes. Incluso, en la zona de la Avenida Central, hay un par de negocios que decidieron cerrar sus puertas porque no pueden afrontar el pago del personal y del alquiler con ventas tan bajas.
Hermes Rodríguez, titular de la Cámara de Comercio, dijo que "se trata de un apoyo muy importante para el sector".