Una parte de las cuentas empezó a saldar en la Justicia: 16 años y 6 meses de cárcel les dieron a dos hermanos de Pocito por los graves abusos sexuales contra cuatro hermanitos, sobrinos suyos, que tenían entre 8 y 4 años, cuando se concretó la primera denuncia, en 2014. La otra parte está pendiente, pues junto a otro hermano son investigados por haber abusado de otra sobrina, una nena que, a los 11 años, fue sometida a un aborto. Tenía 5 meses de gestación cuando se supo que su padrastro la sometía en el humilde rancho en que vivían.
La pena que aplicó el juez de la Sala I de la Cámara Penal, Juan Carlos Caballero Vidal (h) a los confesos abusadores, hoy de 26 y 23 años (no mencionados para preservar a las víctimas) fue la misma que habían aceptado en juicio abreviado acordado con la fiscal Marcela Torres.
La historia de esos niños (dos varones y dos nenas) que ya no viven con sus progenitores, tiene tintes conmovedores y aberrantes. Tras la segunda denuncia por el caso el 3 de febrero de 2016, los relatos de esos chicos en Cámara Gesell desnudaron una gravísima situación que vivían en casa de su abuela, la madre de los abusadores.
Ante los psicólogos, comentaron que eran golpeados sino hacían de comer o limpiaban la casa. Que eran obligados a mendigar entre sus vecinos para llevar plata a sus mayores. Y lo más tremendo, haber sido usados como mulas para llevar o traer drogas y soportar abusos sexuales a cualquier hora del día, situación que podía ser más grave cuando había "juntaderas" de alcohol y estupefacientes en su casa, pues en esas ocasiones los amigos de sus tíos también se convertían en sus abusadores.
Una de las nenas llegó a decir prácticamente que su mamá la prostituía, que estaba al tanto de los abusos de sus tíos y que, igual que su abuela, nunca hizo nada.
Sin embargo a juicio sólo llegaron dos de esos sospechosos, dos hermanos que podrían sumar una nueva condena si se comprueba la versión que dio esa otra sobrinita suya, víctima también de terribles violaciones en su casa.