Aquella madrugada, la del 30 de marzo de 2014 alrededor de las 6, hubo un grave escándalo vecinal en el barrio 19 de Noviembre, en Chimbas. Fue cuando uno de los hijos de la familia Bueno llegaba a su casa y descubrió a un vecino de 17 años, "El Chuky", robándose el gato hidráulico del auto de su papá. Hubo una persecución, la furiosa réplica de la madre del sospechoso negando de plano que fuera ladrón. Y un ataque en patota que incluyó a un hermano mayor del chico, Alexander José De los Ríos, y a otros cómplices. Hubo pedradas, el violento y dañino ingreso a la casa de los Bueno y cachazos con un revólver contra el jefe de familia y uno de sus hijos, que sufrieron grandes cortes. En pleno ataque, uno de los Bueno vio a Alexander De los Ríos robarse un televisor de su casa.
Enseguida llegó la Policía y recuperó el gato hidráulico. Enseguida quedaron también involucrados los principales sospechosos: "El Chuky", que por ser menor pasó al fuero de Menores e insistió con la versión de que su hermano no fue parte del violento ataque.
El juez entendió que los patoteros usaron de manera impropia (para golpear) un revólver.
Alexander pudo ser capturado tiempo después y ahora llegó a juicio a la Sala III de la Cámara Penal, acusado de cometer un robo agravado por el uso de un arma de fuego apta para el disparo (los Bueno en su denuncia dijeron que hubo tiros) por ser cometido en poblado y en banda y por haber usado esa arma en forma impropia, es decir para golpear a dos de las víctimas.
El acusado y su defensa aceptaron ese delito y también recibir una pena de 9 años de cárcel, luego de acordar un juicio abreviado con el fiscal José Eduardo Mallea. Así se lo hicieron saber al juez Maximiliano Blejman (Sala III de la Cámara Penal) quien aplicó 7 años de pena contra De los Ríos, pero por el delito de robo con arma pero de manera impropia (para golpear) en poblado y en banda, dijeron fuentes judiciales.