Cuidado. Zannini salió de la Alcaidía hacia la cárcel de Ezeiza en un operativo que lo preservó de la prensa e incluyó el cruce de tres vehículos del Servicio Penitenciario frente a la puerta hacia una calle lateral.

 

El exsecretario Legal y Técnico de la Presidencia durante las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner, Carlos Zannini, quedó ayer preso en el hospital de la cárcel de Ezeiza, donde pasará el fin de semana y el lunes de concentrará en apelaciones y pedidos de excarcelación de las defensas.

Zanini fue procesado junto a la expresidenta Cristina Kirchner por supuesta “traición a la Patria” y “encubrimiento agravado” de iraníes buscados por el atentado a la AMIA, por orden del juez federal Claudio Bonadio.

Zannini fue el último de los presos del caso en ingresar a un penal del Servicio Penitenciario Federal (SPF), algo que se concretó ayer tras su arribo en avión desde Río Gallegos al aeroparque metropolitano Jorge Newbery para ingresar, poco antes de las 7, a la alcaidía de los Tribunales Federales de Comodoro Py 2002.

Con fuerte custodia, de saco oscuro, pantalón claro, esposado y protegido con chaleco antibalas, el

exfuncionario ingresó por una puerta lateral a la alcaidía de la planta baja de los tribunales y salió de allí a las 8.37 rumbo a la cárcel de Ezeiza, ya bajo custodia del SPF.

En el SPF, Zanini permanecerá unos días bajo evaluación del Hospital Penitenciario Central (HPC), un procedimiento de rutina para determinar el estado general de salud del detenido.

El exfuncionario kirchnerista permaneció todo el tiempo en la alcaidía, donde fue revisado por una médica legista, se le tomaron las huellas dactilares, fotos y registro de datos, el trámite que sigue todo nuevo recluso antes de ser ingresado a un penal.

La policía montó un operativo de seguridad especial, pese al feriado , ante la llegada de Zannini a una sede judicial que permaneció casi desierta.

El escenario judicial de la investigación por la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman alternará esta semana entre el juzgado de Bonadio y el segundo piso de los tribunales federales de Retiro, sede de la sala II de la Cámara Federal porteña, instancia de revisión de lo resuelto por el magistrado que procesó con prisión preventiva y pidió el desafuero de Cristina Fernández.

Uno de los primeros recursos que llegará ante los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah será el rechazo a conceder la excarcelación del detenido dirigente Luis D Elía, resuelto por Bonadio con el aval del fiscal del caso, Eduardo Taiano, en base a la gravedad del delito y los argumentos usados al dictarle la prisión preventiva, referidos a condenas anteriores y posible entorpecimiento de la investigación.

El abogado de D”Elía, Adrián Albor, presentará esta semana certificados médicos para intentar que el juez le conceda el arresto domiciliario pero al mismo tiempo podrá ir a la Cámara para intentar obtener la excarcelación.

Por otra parte, en el juzgado de Bonadio deberán presentarse entre lunes y martes los seis procesados sin prisión preventiva en la causa por la firma del Memorandum de Entendimiento entre Argentina e Irán para notificarse en persona de esa decisión, del embargo en su contra y cumplir los trámites referidos a toma de huellas digitales y entrevista socioambiental.

Se trata de los exfuncionario de Cancillería Eduardo Zuain, exsubsecretario de Justicia, Juan Martin Mena, exprocuradora del Tesoro Angelina Abbona, exsecretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli y del diputado Andrés “Cuervo” Larroque y el supuesto intermediario en las maniobras Ramón Allan Bogado.

Abbona y Mena fueron embargados por $50 millones mientras que Zuain, Larroque, Parrilli y Bogado por 35 millones.

 

Palos a Bonadio
 

Gregorio Dalbón, el abogado de Cristina Fernández, aseguró ayer que el juez Claudio Bonadio “es más peligroso para la democracia que para la justicia” y denunció vinculaciones del magistrado con organismos de inteligencia. El letrado habló de “vergüenza” y “tristeza” por la decisión del juez de dictar prisión preventiva a CFK.