Todos los días se repite la misma escena. Centenares de jóvenes se van del país por falta de oportunidades laborales para el desarrollo personal, ante el dolor de sus padres.

Hijita mía:

Hoy me diste una noticia que "paralizó" mi corazón, hoy recién pude darme cuenta que dejaste de ser mi "bebi" y realmente ya sos una joven mujer. Todavía recuerdo el día que te vi por primera vez y te tuve en mis brazos, qué feliz que estaba y en ese momento me imaginé toda tu vida, pero siempre cerca de mí y toda la familia, de reunirnos a charlar o simplemente departir un simple almuerzo o cena, me imaginé que formabas una familia y hasta llegué a soñar en los posibles nietos que ibas a darme. Te vi crecer, estudiar, cometer esos errores de juventud que casi todos cometemos, vi tus aciertos, pero sobre todas las cosas, vi cómo te convertías en la hermosa mujer que ahora eres.

Déjame que te cuente parte de mi vida. Crecí en un barrio allí en el "Pueblo Viejo", rodeado de amigos, salíamos en plena siesta a "jugar a la pelota" en el lote baldío que cerca estaba de mi casa, para carnaval. "Chayábamos" con mucha agua, jugábamos al "piedra libre", caminaba a jugar al club que se encontraba a siete cuadras de casa, íbamos y veníamos a cualquier hora, dejaba la bicicleta al medio día cuando tu abuelita me llamaba a almorzar y eran las cinco de la tarde y salía a buscarla y todavía estaba donde la había dejado. ¡Qué feliz era con mis amigos! No sabíamos de maldades, de robos, de inseguridad. Qué lástima que vos no hayas podido tener esa infancia, hija, una cosa es contarla y otra es haberla vivido.

El país que expulsa a sus hijos trabajadores 

La Argentina cambió, a mi criterio cambió para mal y hoy vos, hijita mía, sos el mejor ejemplo de lo que un país que alguna vez fue potencia mundial (hasta 1946) y receptor de miles de inmigrantes de todo el mundo, hoy se transformó en un país de emigrantes, en la mayoría de los casos, la voluntad de irse se relaciona con que el país resulta frustrante e impide el desarrollo personal y laboral. De hecho, un 40% de padres encuestados, prefieren alejarse de sus hijos con tal de que vivan en otro lado. Estamos expulsando nuestro mejor capital humano. A la tradicional fuga de capitales, se le ha sumado ahora la de capitalistas, emprendedores y "cerebros" que se sienten acosados por una presión tributaria absurda y regulaciones antojadizas y para peor, cambiantes, y tiran la toalla en busca de entornos de negocios o de desarrollos personales más amigables.

Hija mía, entiendo perfectamente tus motivos, los principales motivos que explican tu decisión de abandonar tu patria y sé que son de índole económico (un diferencial de ingreso entre las zonas que expulsan y las que atraen migrantes) o de acceso a bienes públicos (educación, salud, vivienda, agua potable) que implican una mejor calidad de vida y la expectativa de crecimiento personal y de movilidad social ascendente. Desde tiempos inmemoriales, la paz, la seguridad y la libertad son potentísimos incentivos para buscar nuevos horizontes. Se trata de decisiones traumáticas desde el punto de vista familiar y personal por los aspectos emocionales, las dificultades de adaptación, el desarraigo, costumbres.

En lugar de ser un país de trabajadores, cambió para ser una "Argentina parasitaria", donde el 30% de la población económicamente activa (PEA), mantiene al 70% que sólo se conforma con planes y con magros salarios en la administración pública.

"Argentina parasitaria"

Hoy nuestra nación se transformó. En lugar de ser un país de trabajadores, cambió para ser una "Argentina parasitaria", donde el 30% de la población económicamente activa (PEA), mantiene al 70% que sólo se conforma con planes y con magros salarios en la administración pública. Hoy, sólo en la provincia de Buenos Aires llevan incorporados más de 45.700 empleados, jubilados que cobran y nunca hicieron aportes o no lo cumplieron en su totalidad. Nos transformamos en un país donde familias enteras parecen que nacieron sólo para vivir de "la teta del estado". 

Emilio Lledó, un gran filósofo español, dijo: "La riqueza de un país no es la del suelo sino la del cerebro", y esto lo digo ya que una encuesta nos señala que tres de cada cuatro argentinos consideraron irse del país durante el último año, y algo más de la mitad (el 55%) estimó que la emigración seguía siendo una opción.

 El dolor de la despedida

Hoy decides hijita irte del país y no te vas "a la vuelta de la esquina", decides viajar a Europa, por supuesto que elegiste bien, elegiste el viejo continente porque allí impera la estabilidad y la civilización, qué termino: "Civilización", algo que alguna vez como nación fuimos y los seguidores de la supuesta "justicia social" transformaron a nuestro país en injusticias, inseguridades y con gobiernos altamente autoritarios y corruptos.

Hija mía, déjame decirte que como padre no estoy feliz con tu decisión, me duele, me entristece, pero "te apoyo totalmente", deseo que vos seas el "timonel de tu propio destino", sé que vas a triunfar, a vivir más tranquila y feliz que aquí. Debes realizarte como mujer y ser humano, desarrollando todo ese potencial intelectual que posees.

Las aves deben "abandonar su nido" y eso es lo que hacés vos en busca de esa estabilidad y felicidad que te mereces y que tu propio país no te brinda. Te apoyo en tu decisión, hijita mía, y no te olvidés que estés donde estés, te amo.

 

Por Jorge Reinoso Rivera
Periodista