Si se tiene en cuenta que la obesidad es una enfermedad crónica, los números de Argentina, y de San Juan en particular, son alarmantes. La última encuesta de factores de riesgo que se realizó en el país indica que el 61,6 % de los argentinos tiene sobrepeso (36,2 %) y obesidad (25,4 %); mientras que en la provincia esa cifra asciende al 65,7 % distribuido en: 31,3 % y 34,4 % respectivamente, lo que muestra un número sensiblemente mayor en el rango de las personas obesas. Muchos dirán, y con justa razón, que este fenómeno es mundial y que desde la década del 70 viene en aumento, pero también es cierto que cada Estado debe tomar medidas para evitarla porque a su vez desencadena decenas de otras enfermedades.
Los especialistas sostienen que el primer paso, a nivel personal o familiar, es tomar conciencia de la gravedad del asunto, consultar a especialistas para recibir un diagnóstico y tratamiento multidisciplinario. En tanto que a nivel social se deberían iniciar campañas de prevención y adoptar políticas de Estado tendientes a reducir y combatir esta enfermedad considerada pandemia por la Organización Mundial de la Salud.
María Angélica Chiappa, médica egresada de la UBA, especialista en Nutrición Clínica, Obesidad, Diabetes y Cirugía Bariátrica, analiza y da detalles de la situación actual.
– ¿Qué se entiende por obesidad?
Es una enfermedad crónica. Lo que se enferma es el tejido adiposo y de ahí parten otras enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer, artrosis, trastornos cognitivos -demencia senil, Alzheimer-, entre otras. Este tejido adiposo se inflama, nuestro sistema inmune no lo reconoce y así empiezan todas las enfermedades que acarrea. Lamentablemente en la Argentina la obesidad sigue siendo un factor de riesgo, una comorbilidad, mientras que el mundo la declaró enfermedad, y esto es fundamental para que el paciente no llegue tarde a la consulta, que sus familiares lo acompañen como en otras enfermedades.
– ¿Cuáles son las causas que la originan?
Pueden ser causas genéticas, medio ambientales, socio culturales, emocionales, entre otros, por lo que yo considero desaprensivo decirle a un paciente "usted debe hacer o cumplir con esto", si en realidad se debe abordar con un equipo multidisciplinario integrado por un médico especialista en obesidad, una nutricionista especializada, psicólogo o psiquiatra, según el caso. Cada uno en su rol planteará los cambios de estilos de vida, mejorar los horarios de las comidas, la necesidad de dormir ocho horas, de moverse paulatinamente porque la falta de movimiento también es heredada, entre tantas otras cosas que hay para hablar con cada paciente.
– Decías que el paciente llega tarde a la consulta, ¿cómo saber cuál es el momento para pedir ayuda?
La obesidad se puede ver. Hay que advertir cuando el abdomen empieza a aumentar, uno se empieza a poner fenotípicamente con sobrepeso, ahí se debe consultar al médico.
– ¿Hay una edad de más predisposición para empezar el proceso que conduce a la obesidad?
Puede comenzar en cualquier época de la vida y actualmente las cifras son alarmantes en niños. Tenemos que luchar para que en la Argentina la obesidad sea declarada como una enfermedad como se ha hecho en otras comunidades del mundo. Tenemos que ponerle un freno.
-¿Cuáles serían los beneficios si se la declara enfermedad?
La ventaja es que todo tendría cobertura y el paciente dejaría de deambular para que le cubran la medicación que existe actualmente y que en el mundo está funcionando desde el 2020, incluso los medicamentos para los niños que están aprobados por la ANMAT. Es hora de actuar porque un chico que es obeso en la adolescencia va a desarrollar múltiples enfermedades en la adultez. Esto no tiene cura y va en escalada. Sí tiene etapas de remisión pero siempre se puede volver.
– ¿Cuál es el tratamiento más efectivo?
La cirugía bariátrica pero eso no quiere decir que ese paciente no vaya a tener una recaída más adelante si no continúa con los controles necesarios y todo es muy caro. No hay que olvidar que el tratamiento debe ser multidisciplinario, el paciente tiene que ir a licenciado en nutrición, al médico psiquiatra o al psicólogo, según el caso, tiene que hacer actividad física para reaprender a moverse y no dañarse.
Para esta cirugía uno tiene que tener un IMC (Indice de Masa Corporal) mayor de 40 o más de 35 con comorbilidades. Se calcula con el peso sobre la talla al cuadrado, siendo hasta 24 un peso saludable, entre 25 y 30 es sobrepeso y más de 30 ya se considera obesidad. Si bien ese índice se utiliza para el diagnóstico está un poco en desuso porque hay otros elementos que pueden medirla.
– ¿Cuáles?
Actualmente hay otras herramientas como máquinas o fórmulas que determinan estos factores porque el peso sólo no me dice si el paciente tiene obesidad o sobrepeso, o tiene un peso saludable. Puede suceder que alguien tiene un peso que no es saludable y sin embargo tiene mucho músculo y un porcentaje de tejido adiposo con lo que no podemos decir que es obeso. Otra forma de determinarlo es con perímetro de cintura porque si éste se excede ya es un factor qué puede determinar la obesidad, incluso en los niños. Por eso siempre pedimos que los pediatras cuando adviertan que el percentil está por encima del valor que se considera normal se debe empezar a actuar e involucrar a los padres.
– ¿Los adultos tienen gran parte de la responsabilidad en el sobrepeso u obesidad en los niños?
Son muchos los factores. El exceso de comida es uno, y si se gratifica a un niño con comida rápida, chatarra, el niño se acostumbra. Además come como el papá y la mamá le enseñan a través de sus hábitos. También el sedentarismo, las horas de televisión o de teléfono viendo videos, no colaboran para que sea activo. Las súper meriendas no son aconsejables, debemos entender que si toda la sociedad se puso de acuerdo en que haya cuatro comidas no hay porque hacer mil colaciones, ya que así nos convertimos en picoteadores y todo el día queremos tener algo en la boca. Uno se tiene que sentar a comer, elegir un chango saludable, no estoquearnos, cambiar de hábitos. Si un niño nos ve comer frutas y verduras va a comer frutas y verduras; si me ve cocinar va a cocinar; si me ve moverme se va a mover. Ahora sí me ve todo el día quieto y comiendo hasta en el auto hará lo mismo. Tenemos que apuntar a cambiar el estilo de vida.
– ¿Los medicamentos actuales están dando buenos resultados?
En primer lugar hay que decir que debe ser el médico especialista quien debe guiar en la farmacoterapia, ya que esto demanda un tratamiento global abordado desde la psicoinmuno endocrinología. A un paciente no le puedo decir "no hagas esto, no comas tal cosa" porque todos tenemos un hambre hedónico, lo que pasa es que a veces los pacientes con esta enfermedad les cuesta parar con eso, y es ahí donde los fármacos nuevos ayudan a mejorar.
Hay dos medicamentos que se prescriben según el caso, por ejemplo, uno está destinado a aquellos que necesitan mucha comida para saciar el hambre y éste ayuda para que ese saciamiento sea más rápido, ya que activa receptores en el cerebro. Por supuesto que todo esto debe ir acompañado con actividad física, comida saludable y un montón de otros cambios. Hay estudios que indican que quien modificó el estilo de vida la medicación hace que pueda sostenerlo en el tiempo.
– ¿Cuánto influyen las comidas procesadas en esta enfermedad?
Mientras más procesados estén los alimentos más enfermamos el cuerpo. Yo estoy en contra de estas comidas y prefiero que el paciente coma esas cosas pero caseras. Nadie sabe lo que viene adentro de cada caja o bolsa. Sí creo que el ser humano es omnívoro y tiene derecho a comer de todo por eso el médico nutricionista no debe quitar comida sino enseñar a comer.

– En los medios de comunicación frecuentemente se ven campañas de lucha contra determinadas enfermedades, pero de la obesidad poco y nada. ¿Qué opinión te merece?
Recordemos que cuando se prohibió llevar el salero a las mesas de los restaurantes bajaron los niveles de hipertensión; con las campañas contra el consumo de tabaco bajó la mortalidad en enfermedades vinculadas, pero para la obesidad no hay una porción saludable, ni campañas que indiquen que hacer como por ejemplo masticar bien, elaborar la comida, sentarse a comer acompañado porque con una buena charla nadie come dos o tres platos. Debemos entender que esta enfermedad hay que pararla.
– ¿La obesidad afecta a hombres y mujeres por igual?
Hay más mujeres y eso tiene que ver con los genes. El hombre se pone obeso pero no es por una cuestión genética, la mujer sí pero si modificamos los hábitos, aprendemos a manejar las emociones, a cocinar los alimentos, tenemos tiempo de recreo para practicar técnicas de relajación, bailoterapia, empezás a moverte de algún modo vas viendo tus logros, comenzás a sentirte bien, vas encontrando por dónde va la cosa.
– ¿Consideras que hay políticas de Estado para combatir esta enfermedad?
Si las hubiera no tendríamos una canasta saludable tan cara, con frutas y verduras que suben de precio a diario. A los gobiernos hay que pedirles que bajen los sobre impuestos de la canasta saludable. Es sencillo, un niño debe comer entre 3 a 5 porciones de frutas y verduras, debe tener su porción de pescado, y no siempre se puede comprar. Son políticas de salud que hay que ponerlas en marcha.
El 4 de marzo se conmemora en todo el mundo el Día de la Obesidad para tomar conciencia de manera conjunta de la gravedad de esta enfermedad que mata millones de personas por año en el mundo.
Datos
Dra. María Angélica Chiappa. Especialista en Nutrición Clínica. Especializada en Obesidad,Diabetes, cirugía Bariátrica. Coordinadora grupo Omint obesidad San Juan
Atiende en Clínica Kronos: Santa Fe 265 Oeste.
Teléfono: 4221470
Programas de nutrición
Por un cuerpo saludable

San Juan cuenta con dos programas destinados a combatir la obesidad y apoyar a personas en tratamiento. Se trata de "Peso Saludable" y "Educación Alimentaria Nutricional" que dependen de la División Nutrición del Ministerio de Salud Pública de la provincia.
El primero está destinado a disminuir la incidencia del sobrepeso, la obesidad y sus comorbilidades, concientizar a la comunidad sobre la importancia de controlar los factores de riesgo mediante actividades comunitarias y de educación alimentaria. El segundo apunta a la prevención y promoción de salud incentivando estilos de vida saludable que apunten a
mejorar la calidad de vida de la población.
Florencia Giménez Conca (MP510), licenciada en Nutrición y referente del Programa Peso Saludable, explica que "hay que entender que la obesidad es la acumulación anormal de grasa en el organismo que ocasiona otras no transmisibles como diabetes, enfermedades cardiovasculares, infarto de miocardio, entre muchísimas más. Para ello es necesario hacer un diagnóstico para determinar si se trata de sobrepeso u obesidad según el Indice de Masa Corporal, para luego proceder a un tratamiento".
Un dato interesante es que todos los centros de salud estatal cuentan con consultorio nutricional al que la gente puede dirigirse por propia voluntad a consultar o bien ser derivado por un profesional de la salud. "Lo ideal es que sea derivado por un médico porque ya llega al consultorio con un laboratorio completo y con un diagnóstico qué indica si tiene otro tipo de enfermedades derivadas de la obesidad. Por supuesto que también van por voluntad propia y tratamos de hacer un trabajo interdisciplinario, así los derivamos para un chequeo médico para conocer a fondo su estado general o si ya tiene enfermedades asociadas", agrega Florencia.
Por supuesto que los patrones se repiten al momento de determinar las causas del sobrepeso y en este sentido, la profesional apunta al alto consumo de alimentos ultraprocesados qué son ricos en azúcar, sal o grasa y muy escasos en vitaminas y minerales. Eso sumado al sedentarismo, y los hábitos poco saludables, hacen un combo explosivo.
"Este es un fenómeno mundial tanto que desde 1975 la OMS indica que se ha casi triplicado la obesidad en el mundo, y no estamos ajenos a eso. Por lo tanto trabajamos para su prevención, con cambios de hábitos en la alimentación según las posibilidades económicas de cada uno, sus costumbres, y por supuesto, haciendo hincapié en la actividad física", dice la profesional.
Los programas
Tanto el programa Educación Alimentaria como el de Peso Saludable comprenden talleres y charlas presenciales y virtuales que surgieron en la pandemia y que son aprovechadas por aquellos pacientes que no van mucho al consultorio. También trabajan a través de las redes sociales de ministerio -sobre todo Facebook e Instagram-, donde se publican recetas, tips, sugerencias y motivaciones para los pacientes participantes.
A esto se suman los grupos de Whatsapp de cada una de las nutricionistas que atienden en los diferentes centros de salud de la provincia con sus pacientes para asistirlos en forma permanente.
"Además se hacen intervenciones en los diferentes centros de salud pública con charlas, talleres, entrega de folletería, y por lo general también cuentan con una valoración nutricional. De este modo captamos nuevos pacientes que no sabían que tenían sobrepeso. También personas que tienen un peso normal pero que necesitan modificaciones en los hábitos alimentarios o combatir el sedentarismo", indica.
Uno de los problemas que preocupa al equipo de la División Nutrición es la gran cantidad de chicos afectados por el sobrepeso por lo que invitan a los padres a tomar cartas en el asunto.
Los números de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, indica que el 41.1% de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años tiene exceso de peso, siendo sobrepeso el 20.7% y obesidad 20.4%.
"Los porcentajes realmente son muy altos y preocupantes porque antes se decía que habían enfermedades de adultos sobre todo la obesidad, la hipertensión era de gente grande, sin embargo ahora lo vemos en los chicos. En esto es fundamental que la familia acompañe a los niños y niñas que necesitan atención porque se deben cambiar los hábitos de toda la familia. Si los chicos no ven comer frutas y verduras no las comerán, entre tantos otros ejemplos. Lo mismo sucede con la actividad física por lo que les pedimos que lleven los chicos a la plaza para jugar e ir sumando minutos de movimiento. Como adultos somos los que tenemos que generar conciencia", agrega.
Números
61,6 % De los argentinos tiene exceso de peso, según las cuartas encuestas de factores de riesgo (2018-2019). El 36, 2% tiene sobrepeso y el 25,4 obesidad
64,6 % De los cuyanos tienen exceso de peso, de los cuales el 37,5 corresponde a sobrepeso y el 27, 1 a obesidad.
65, 7% De los sanjuaninos están por encima del peso considerado como normal. De ese total el 31,3 es de sobrepeso y el 34,4 de obesidad
41,1 De los niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años tiene exceso de peso, según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud. De ese total el 20.7% tiene sobrepeso y el 20,4 obesidad.
Para tener en cuenta
* La obesidad es un "una enfermedad crónica", y "no se trata de una elección ni una cuestión de voluntad propia".
* Existen más de 200 enfermedades asociadas con la obesidad. A mayor grado de obesidad, mayor es la posibilidad de desarrollar enfermedades.
* Entre las enfermedades que puede contraer una persona obesa se encuentran la diabetes tipo dos, la hipertensión, el hígado graso, la amnea del sueño o la artrosis, entre muchas más.
* Es fundamental tomar conciencia en hacer deporte o cualquier otra actividad física.
* Es una pandemia desde la industrialización de los alimentos. Es decir, todos los productos snacks, etiquetados y empaquetados que llaman la atención desde los colores hasta el sabor artificial que tienen, son aquellos que provocan una adicción.
* El sobrepeso y la obesidad, desde una perspectiva biológica, es un problema de salud multifactorial y es uno de los factores de riesgo para las enfermedades no transmisibles que son las principales causas de mortalidad y morbilidad en el mundo.
* Según la Organización Mundial de la Salud se estima que mueren alrededor de 4 millones de personas adultas al año en el mundo como consecuencia del sobrepeso y la obesidad. Una gran parte de la carga de Enfermedades no transmisibles (ENT) es atribuible al exceso de peso como es el caso de la diabetes (44%), las cardiopatías isquémicas (23%), y diversos tipos de cánceres (entre 7% y 41%).
* Esta encuesta también reveló que las generaciones más jóvenes consumen el doble y hasta el triple de productos de panadería y bebidas azucaradas.
* Desde una perspectiva social, la obesidad es la segunda causa de discriminación percibida en el país.
