El resonante caso Camila, la niña que el 24 de octubre de 2013 por poco no muere y quedó hemipléjica por un brutal ataque en una casa de Santa Lucía, cerró otro capítulo. Su padrastro, Pedro Oris (42), había sido condenado a 17 años como autor de aquella violenta agresión y luego a otros 16 años de cárcel por abusar sexualmente de esa niña. Y había conseguido a través de un recurso de queja que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenara a la Corte local que revisara esa primera sentencia. Pero como ese fallo del máximo tribunal de Justicia del país tardó casi tres años en producirse, en ese tiempo la nueva defensa de Oris pidió en conjunto con Fiscalía que se unificaran ambos castigos (en Argentina sólo se cumple una sola condena), y en la Sala I de la Cámara Penal se le aplicó una única pena de 32 años y 9 meses. Por eso, cuando llegó la resolución de la Corte Suprema, la Corte local no procedió a revisar el primer fallo, al considerar que la cuestión devenía en "abstracto", pues la nueva Defensa ya había consentido con su pedido de unificación que quedara firme el fallo, dijeron fuentes judiciales. En Tribunales, otros opinan que igual debió realizarse la revisión ordenada por la Corte Suprema.
¿Y LA MADRE?
El 4 de mayo de 2016, Oris había sido condenado en la Sala I de la Cámara Penal a 9 años de cárcel por las "lesiones gravísimas agravadas por violencia de género", que marcaron de por vida a Camila. Y lo halló culpable, igual que a la madre de la entonces menor, la docente Alejandra Ríos (45) por el delito de lesiones leves continuadas (detectaron 43 en el cuerpo de la víctima), agravadas por ser en perjuicio de su propia hija.
Cuando la Corte local revisó el fallo, decidió elevar los castigos porque -en opinión del tribunal- no se habían valorado en forma correcta los agravantes del caso. Así, a Oris le impusieron un castigo de 17 años y a la madre de la niña se lo elevaron a 10 años.
Luego, Oris enfrentó otra investigación por presuntos abusos sexuales de la niña, sin llegar a violarla. A esa causa se sumó después como imputada la madre, sospechada de permitir esas agresiones sexuales (‘le dije y no hizo nada", había dicho la menor).
El caso de Oris llegó a juicio y el 25 de octubre de 2019 fue condenado a 16 años de cárcel. En cambio la causa contra la madre aún se tramita en la Unidad Conclusiva de Causas. Es que, primero, un juez la sobreseyó pero un tribunal superior revocó ese fallo por un reclamo de Fiscalía. Entonces otro juez la procesó, pero la Defensa apeló y otro tribunal anuló la decisión, indicaron fuentes judiciales. Por eso ahora otro juez debe decidir si la mujer finalmente marchará o no a juicio por haber consentido los abusos contra su propia hija, precisaron.