Un hombre que estaba con arresto domiciliario fue detenido ayer, acusado de haber encubierto el secuestro, la violación y el descuartizamiento durante un ritual satánico de un niño de 11 años en la localidad de Quimilí. Se trata de Ramón “Burra” Rodríguez, fabricante de ladrillos, preso por orden de la jueza Rosa Falco de Rainieri. Vive cerca de la represa en la que secuestraron a Mario Agustín Salto (11).

Los demás detenidos serán indagados por el brutal ataque en las próximas horas. Son Miguel Ángel “El brujo” Jiménez (58); su hijo Miguel Angel (23); su esposa, Arminda Lucrecia Díaz (57), directora de la Escuela 1214 y docente del Profesorado Secundario para Adultos; el hijo de ésta, Alfredo Daniel Albarracín (22), y Pablo “El Loco” Ramírez (38).

Los investigadores sospechan que “El Brujo” Jiménez, asiduo participante a las marchas en reclamo de Justicia por el crimen del niño y con directa relación con funcionarios judiciales y policías Quimilí, es el autor intelectual del horrendo crimen.

En la misma causa están presos desde el año pasado Rodolfo “Rody” Sequeira, acusado de secuestrar al niño y David Tomás Sosa, quien inicialmente fue testigo de identidad reservada.

El niño fue hallado asesinado, violado y descuartizado el 2 de junio de 2016, dos días después de ir a pescar a una represa de Quimilí. Sus restos fueron encontrados dos días después, en un basural, en el otro extremo del pueblo.