Ayer por la tarde el catequista Cristian Guillén (32) sumó otras dos denuncias por abuso sexual contra alumnos de jardín de infantes. A esa hora ya estaba preso, pues a media mañana lo detuvieron en su domicilio de Chimbas por las otras dos denuncias que le habían hecho el jueves. Pero eso ayer no logró calmar las aguas en el Colegio Santa Teresita del Niño Jesús. Los padres de Nivel Inicial esperaron que sus hijos ingresaran al establecimiento y luego de eso se plantaron en la puerta a pedir explicaciones. Un administrador que evitó identificarse y la vicedirectora Sandra Zata trataron de contestar la avalancha de preguntas, pero en un momento la situación se desbordó y fue aún peor pasadas las 14, cuando arribaron los padres de la nena de 5 años presuntamente abusada por ese docente de catequesis. Primero hablaron con la prensa y luego quisieron entrevistarse con los directivos, pero ya habían cerrado las puertas y nadie salía pese a los gritos. Eso ofuscó a varios familiares que treparon las paredes y obligaron a las autoridades escolares a llamar a la Policía. Un chico de 14 años, primo de la víctima, fue demorado en medio de pedradas, corridas y gritos.
El próximo lunes el acusado podrá declarar ante un juez. Lo pueden liberar o dictarle preventiva.
"Me destrozaron, me han matado en vida con lo que me han hecho. Yo quiero condena para él, lo que hizo no tiene perdón de Dios", dijo entre lágrimas la madre de la nena. Ella y otros padres se mostraron indignados porque aseguraron que a Guillén ya lo habían sacado de las aulas por un supuesto abuso. Dijeron que fue hace dos años, cuando presuntamente manoseó a un alumno de Sala de 3. "Los niños no podían decir qué pasaba en esa clase porque decían que era sorpresa. Luego de las clases con él nos decían que era sorpresa, que no podían contar lo que pasaba en el aula", relató una mujer que en ese entonces tenía a su hijo en ese curso. ¿Qué pasó esa vez? Según los padres, los directivos aplacaron rápidamente los rumores separando al catequista del contacto directo con los alumnos y colocándolo como secretario. "Pero nunca se lo investigó, el colegio nunca denunció. Es más, al poco tiempo volvió a dictar clases. Quedó todo en la nada", afirmaron.
Ayer asistieron menos de 20 pequeños de Nivel Inicial, cuando la matrícula es mayor a 100. Es más, algunos de los padres fueron al colegio directamente a manifestarse, sin llevar a sus hijos. Muchos dijeron que es porque, debido a lo que pasó, no sienten seguridad para dejarlos. El Ministerio de Educación informó que el acusado fue separado de los tres cargos que tenía. Además de ese establecimiento situado en el Barrio Güemes de Rawson, trabajaba en los colegios Fray Mamerto Esquiú y Monseñor Audino Rodríguez y Olmos, instituciones en las que ayer crecieron las consultas de los padres.
El caso es investigado por el fiscal Raúl Iglesias Galante, de la UFI Anivi. Las últimas 3 denuncias fueron por presuntos manoseos, mientras que se investiga si en la primera, radicada el jueves por los padres de la nena de 5, hubo además introducción de dedos, lo que configuraría un delito más grave. La nena le relató a una tía que Guillén la siguió cuando fue al baño y que allí le tocó la vagina y la cola. Dijo también que vio cuando el sujeto orinó. Y que cuando salieron le hizo señas como que debía guardar silencio. El lunes será la audiencia de formalización.